Cárcel para un joven que ahorcó a su madre hasta asesinarla

Walter Carlos Javier Velázquez se mantuvo inmóvil y sereno. En las dos horas que duró la audiencia en los Tribunales de Villa Mercedes no emitió palabra. De hecho, el juez ni siquiera llegó a conocerle la voz. Lucía calmo, como si no lo acusaran de uno de los delitos más graves de la escala penal: "Homicidio calificado por el vínculo". Se veía de la misma manera que los policías y los fiscales lo advirtieron la madrugada del lunes, cuando fueron a su departamento y hallaron el cadáver de Martha Mercedes Magallán, su madre. El cuerpo de la mujer yacía en el piso del comedor y él estaba en un dormitorio contiguo, a escasos metros de allí, sentado y mudo. Este martes tampoco reaccionó, ni cuando el juez de Garantías Alfredo Cuello le dictó la prisión preventiva por los siguientes cuatro meses por ser el principal sospechoso de haber estrangulado a su madre hasta asesinarla.

El magistrado explicó que con las pruebas presentadas por la fiscalía hasta este momento de la investigación es razonable pensar que "la muerte de Magallán fue producto de la violencia de parte de su hijo". La anciana tenía diferentes lesiones en el cuerpo, dijo.

Argumentó, además, que hizo lugar al pedido de 120 días de prisión preventiva que solicitaron los fiscales José Olguín y Marcelo Palacios porque entiende que, si Velázquez es liberado a esta altura del proceso judicial, podría no solo entorpecer las averiguaciones, en vista de que muchos de los testigos son vecinos o familiares de él, sino que también podría fugarse.

Las pruebas que convencieron al magistrado para tomar esa decisión fueron enumeradas un rato antes por los fiscales.

Olguín recordó que la víctima era muy querida por sus vecinos del monoblock 4 del barrio 960 Viviendas. Y como la gente de ese edificio estaba al tanto de los malos ratos que la anciana debía soportar a causa de su hijo, estaban atentos a lo que pudiera sucederle para ayudarla. Eso pasó la madrugada del lunes.

Dijeron que pasada la medianoche la habían visto sentada en su sillón, mirando la televisión. Pero un par de horas después escucharon una discusión y, alrededor de las 3 de la mañana, lo vieron a Velázquez salir del departamento. Estaba nervioso y empezó a sacar artefactos de allí. Una de las cosas que retiró y dejó en el patio del monoblock fue el televisor de su madre.

Los vecinos se alarmaron y llamaron a una nieta de Magallán. Cuando esa familiar llegó, supo de inmediato que algo grave ocurría. Se cruzó con Velázquez en la escalera del edificio y él, sin decir palabra, entró a su departamento, cerró la puerta y se metió en su dormitorio, describió el fiscal en base al relato de esa pariente.

Cuando la testigo ingresó al departamento vio el cadáver de su abuela. Todavía helada de la impresión, fue hasta la pieza del imputado. El hombre de 32 años estaba sentado en la cama. "¿Qué le hiciste a la abuela?, ¿qué le hiciste?", le exclamó desesperada. Él, de inmediato, se tapó el rostro con las manos.

La autopsia, explicaron los fiscales, da a entender que la mujer fue estrangulada. Puesto que tenía fracturado un hueso del cuello y tenía una lesión en los omoplatos, la cual es compatible con aquella que es provocada cuando se ejerce fuerza contra un cuerpo que está de espalda contra el suelo o una superficie dura, la misma posición que adopta una persona que ahorca a otra contra un piso.

Todo aquello se refuerza por el hecho de que en el departamento, al momento de la discusión y en el período que fue asesinada Magallán, solo ella y su hijo estaban allí. No había terceros, recalcaron Olguín y Palacios.