Las tormentas aseguraron agua, pero el granizo produjo daños

El campo argentino sufrió durante las últimas tres campañas por la falta de lluvias. Este verano el fenómeno de El Niño presenta un régimen de precipitaciones que mejorarán los suelos, ya lejos de las olas de calor que pudieran afectar a las plantaciones. Lo que sí preocupa en el sector es la posibilidad de que continúen eventos climáticos extremos o violentos como los que se dieron en las últimas semanas y presentaron fuertes ráfagas y granizo de gran tamaño.

Es el caso de Fraga, en la zona de Granville, una fuerte tormenta produjo destrozos en el maíz de la empresa Ser Beef. “Estoy justamente recorriendo lotes. Cayó granizo el sábado a la madrugada y hoy (por este lunes) la piedra de las 8 de la mañana fue bastante severa. Así que se juntaron las dos tormentas. Esta tarea nos va a llevar todo el día. Ya tomamos una primera impresión y después nos va a llevar aproximadamente diez días más hacer una evaluación más fina y exhaustiva. Es perceptible que se produjeron daños totales, o sea, el 100% en algunos sectores y en otro el gradiente disminuye hasta 0%. Además de la rotura de algunos elementos, como un pluviómetro, entre otras cosas”, explicó Nicolás Ríos Centeno, ingeniero agrónomo de la firma Agrícola Ganadera.

Por otra parte, en Juan W. Gez, Lorena Vanucci, de la consignataria San Luis Feria, contó que su esposo Roberto Lorenzino encontró las instalaciones con destrozos ocasionados por las fuertes ráfagas y el granizo que destruyó las plantas de maíz, que tienen alrededor de tres semanas de crecimiento.

“El viernes pasado una tormenta que empezó a las 7 de la mañana dejó los cultivos estropeados. Cayó una manga de piedra en el campo de Roberto que además destruyó instalaciones, no dejó absolutamente nada. Era tanta agua la que bajaba y fue en tan poco tiempo que se llevó alambrados, la tranquera de ingreso, y en los cultivos hizo desastres. En el establecimiento del frente pasó lo mismo, supimos que en otros fue similar”, especificó la empresaria con tristeza, y añadió que “el sábado a la madrugada hubo otro temporal que terminó de destruir lo poco que había quedado, así que hemos empezado un año bastante complicado”.

Además, aseguró que las precipitaciones marcaron 42 milímetros, “no fue tanta la cantidad, pero sí ocurrió todo en poco tiempo, entonces con la fuerza que traía el agua se llevó todo”.

Darío Coria es otro productor que mientras hablaba con El Diario recorría los campos. Anduvo por el norte de la provincia y afirmó que en San Francisco granizó, “pero en los campos no llovió, y las precipitaciones también han sido muy escasas, es decir, que cayeron muy poquitos milímetros. Esperamos que por fin esta semana llueva y que las tormentas no sean tan agresivas. En La Cumbre, La Petra y entre Juan Llerena y La Toma, dejó un desastre la piedra y la gran cantidad de agua”, indicó.

Federico Lisa, gerente de Puramel SA, que cultiva maíz y algodón entre otras producciones, en el norte de San Luis, aseguró que durante la semana pasada perdieron más de mil hectáreas debido al granizo, el viento volteó ocho equipos de riego por pivot y tuvieron que reparar más de cuarenta postes de tendido eléctrico.

No se equivocan los productores cuando afirman que febrero es tarde para que el Consejo Productivo Provincial se ponga en marcha y comience a reunirse para recién analizar las políticas en las que trabajará el Ministerio de Desarrollo Productivo. Enero será para muchos un mes difícil, pero parece que la nueva gestión del gobierno alcanza a unos pocos.