Una marca de lo vivido

“La Sociedad de la Nieve” tiene un gran trabajo cinematográfico, pero más espectacular es aún el archivo fotográfico que conservaron. Es un buen ejercicio ver las comparativas sobre las fotografías que, hasta hoy, están conservadas y las que se muestran en la película.

En una conversación con el periodista e investigador Ariel Torres, escritor del libro “Hacia el avión de los uruguayos”, reveló que la foto del aeropuerto, en realidad, es realizada en Mendoza, en la escala que hizo el avión por mal tiempo, y que en la película aparece cuando salen de Uruguay.

También, el escritor contó que, como en todo viaje de placer, había varios integrantes con cámaras, pero solo dos de ellas fueron utilizadas después del accidente. Hay un testimonio que menciona y da conciencia de la fotografía como testigo para poder mostrarle al mundo lo que había sucedido, en el libro “La Sociedad de la Nieve”. Antonio Vizintín, en la expedición que hicieron a la cola del avión, encuentra entre las maletas una cámara y comenta: “En las maletas que había en la cola del avión encontré una cámara fotográfica y rollos. Saqué varias fotografías pensando en que si íbamos a morir, que alguien descubriera algún día cómo habíamos tratado de sobrevivir en esas condiciones. Hay fotos tomadas en el fuselaje del avión y hay fotos en la cola, donde también escribimos un mensaje para algún hipotético socorrista, donde le explicábamos que intentamos reparar una radio, que si seguía cuesta arriba por la ladera de la montaña encontraría los restos del avión, el lugar donde hicimos todo lo posible para sobrevivir, el mensaje. Las fotos están tomadas de manera tal que no se sabe si era para el presente o para el futuro distante, cuando todos habríamos muerto; esas fotos y esos mensajes eran un testimonio de nuestra lucha y para nosotros era importante que perduraran”.

La imagen, nuevamente, marca a fuego. Nobles equipos sostienen el reflejo de ese deseo capturado, como una añoranza, una forma de vivir en el tiempo. La imagen envuelta en sentimientos y buenos deseos trasciende en pantalla, genera empatía y amor por la causa.