La señal de alerta proviene de Estados Unidos, puntualmente de su líder diplomático Antony Blinken, quien advirtió, durante la Tercera Cumbre para la Democracia, celebrada en Corea del Sur, que una “avalancha maliciosa” de desinformación amenaza a las democracias del mundo, provocada en parte por el auge de la inteligencia artificial (IA).
El simple hecho de que sea Estados Unidos el que advierte el peligro, ya es una señal de la magnitud del problema, sobre todo al considerar el largo historial de injerencia en las decisiones soberanas de otros países, de la que ha hecho gala en los últimos 70 años.
Pero la IA “es también un ámbito crítico en el que la democracia está siendo desafiada. Así, mientras tratamos de aprovechar el poder de la IA y otras tecnologías digitales para el bien, algunos gobiernos están abusando de esas mismas tecnologías para hacer justo lo contrario”, dijo Blinken.
Esos gobiernos utilizan herramientas de IA, como el reconocimiento facial y los bots, para vigilar a sus propios ciudadanos, acosar a periodistas, defensores de los Derechos Humanos y disidentes políticos.
También difunden información errónea y desinformación que socava la celebración de elecciones libres y justas o enfrenta a un segmento de nuestras sociedades con otro.
Un artículo del diario The Washington Post, publicado en enero y titulado “La IA está desestabilizando el propio concepto de verdad”, está centrado en las próximas elecciones legislativas y presidenciales de Estados Unidos, al tiempo que señala que los expertos en inteligencia artificial llevan tiempo advirtiendo que los contenidos generados por IA podrían enturbiar las aguas de la realidad percibida.
A pocas semanas de un año electoral crucial, aumenta la confusión en torno a la IA. Ya que en 2024 casi la mitad del planeta acudirá a las urnas en elecciones democráticas en todo el mundo.
Políticos de todo el mundo han estado desechando pruebas potencialmente condenatorias (videos granulados de citas en hoteles, grabaciones de voz criticando a oponentes políticos) tachándolas de falsificaciones generadas por IA.
Al mismo tiempo, las informaciones ultrafalsas (deepfakes), generadas por la IA, son utilizadas para difundir desinformación.
El mes pasado, en Estados Unidos, el Departamento de Justicia del estado de New Hampshire informó que estaba investigando unas “robollamadas" en las que aparecía una voz generada por IA que parecía la del presidente Joe Biden, y pedía a los votantes que no acudieran a las primarias del llamado supermartes. Es el primer uso notable de IA para reducir la convocatoria de votantes en este ciclo electoral.
En muchas elecciones que tendrán lugar este año en todo el mundo, la IA, en combinación con las redes sociales, desempeña un papel cada vez más importante en la manipulación de las elecciones y la difusión de información errónea.
La democracia también es socavada en sus principios fundacionales debido, por ejemplo, a la parcialidad y la vigilancia, que amenazan los principios democráticos básicos de justicia y libertad.
Además, dijo, es necesaria una base de conocimiento para la democracia, pero la IA puede conducir a la polarización y a burbujas epistémicas, es decir, a un clima en el que la gente no está interesada en opiniones diferentes y en el que los demás son vistos como enemigos.
La IA ha demostrado que puede ser una amenaza para la democracia, y este es un problema inminente que deben abordar los responsables políticos.
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