Matices de una realidad diferente

La migración es una parte intrínseca de la historia de la humanidad, a menudo ensombrecida por relatos sensacionalistas. Sin embargo, la realidad tiene muchos más matices de los que acaparan los titulares.

El nuevo informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró un número sin precedentes de personas desplazadas en todo el mundo, al mismo tiempo que comprobó que las remesas enviadas a sus países favorecen el desarrollo humano.

Millones de personas de países en desarrollo dependen del dinero que les envían sus familiares desde el extranjero, lo que contribuye a impulsar las economías locales marcadas por un elevado desempleo y pobreza.

La publicación de la OIM coincidió con un aumento de las crisis mundiales, guerras y hambre, que obligan a millones de personas a abandonar sus países de origen. Mientras, los emigrantes que huyen de las dificultades económicas también 

emprenden peligrosos viajes en busca de mejores oportunidades de empleo.

Actualmente, hay 281 millones de migrantes en todo el mundo, mientras que otros 117 millones de personas fueron desplazados por catástrofes naturales, violencia, conflictos y otras causas. Las cifras más altas de las que exista constancia.

El aumento de las migraciones alimenta a su vez un repunte de las remesas, con un incremento de más del 650% entre 2000 y 2022.

La publicación también coincide con un momento en el que muchos migrantes, en especial africanos, pierden la vida en alta mar al intentar cruzar a Europa.

Para los que consiguen llegar a la costa la promesa de una vida mejor queda trunca, por la mirada de los partidos políticos populistas de derecha que azuzan las emociones negativas contra los inmigrantes.

Sin embargo, la OIM recalcó la necesidad de un relato más equilibrado sobre la historia de los migrantes para que el mundo comprenda mejor a qué se denomina una crisis mundial.

La mayor parte de la migración es regular, segura y regional y está directamente relacionada con las oportunidades y los medios de subsistencia. Sin embargo, la desinformación y la politización han enturbiado el discurso público, lo que exige una descripción clara y precisa de la dinámica migratoria.

En medio de esos desafíos, la OIM subrayó que los ingresos de los emigrantes no solo contribuyen a paliar los déficits del mercado laboral en el país de acogida, sino que, lo que es más importante, impulsan las remesas y mejoran el índice de desarrollo humano en sus países de origen.

En este escenario, coincide con la generalización de sentimientos contra las poblaciones migrantes y la xenofobia, y que, según analistas, entorpecen los esfuerzos por promover el desarrollo humano a través de las remesas.

En un mundo sumido en la incertidumbre, comprender la dinámica de las migraciones es esencial para tomar decisiones con conocimiento de causa y dar respuestas políticas y eficaces.

Aún queda mucho por hacer para comprender la urgencia de los retos y las oportunidades que plantea la migración, cuya tendencia de crecimiento no parece detenerse.

Los matices de esta realidad diferente necesitan acciones significativas en pos de abordar los retos y las oportunidades de la movilidad humana.