La casta va para arriba, los pobres trabajadores para abajo
Por Ramón Ventura Fernández, abogado.
Martin Menem, Santiago Caputo y Diego Santilli son vigentes representantes de la más rancia y opulenta casta, los designados para consensuar o discutir la reforma laboral presentada para su tratamiento en el Congreso.
Por la CGT los apoltronados dirigente - excepciones puntuales- que hace décadas enamorados de la instalación que les brinda el cargo vienen resistiendo el natural recambio generacional.
El gobierno aprovecha el particular estado de la dirigencia de los trabajadores para imponer una ley que lesiona el humanismo abierta y objetivamente. No hay un solo artículo que beneficie o reconozca derechos a los trabajadores. Pareciera que los pobres son los empresarios a cuáles hay que socorrer y los trabajadores, los opulentos culpables de la falta de puestos de trabajos por lo tanto ajustarlos y ponerlos en caja.
Es un proyecto que se direcciona a desarticular al peronismo castigando a los pobres trabajadores. Crueldad a la vista.
Es problemático ser antiperonistas pues se quejan cuando gobierna el justicialismo y cuando lo hacen otros se quejan porque le silva la panza.
Los que miran hacia afuera les interesa nada la paz social.
La primera noticia recibida es que se ha sacado del proyecto, la prohibición para los Sindicatos de fijar, vía acuerdos paritarios, cuotas de solidaridad que deben abonar los trabajadores no afiliados al sindicato.
Opino lo único que debería haber quedado del proyecto.
Esta cuota de solidaridad que sale de los magros salarios es retenida por el empleador y depositado en cuenta bancaria la orden del gremio. O debiera ser así después veremos el porqué.
Esta exacción que sufre el salario es cuasi unánimemente resistida por los trabajadores.
Y con razón.
En efecto, a) estos aportes violan la intangibilidad del salario b), viola la libertad sindical amparado por la Constitución Nacional y los acuerdos o pactos internacionales, c) existe jurisprudencia que estas cuotas no pueden superar el aporte Sindical ordinario. En todos los casos lo supera holgadamente.
d) por la ley 23.551 estos aportes tienen una afectación determinada, financiar capacitaciones y cultura.
En el caso de nuestra provincia el dinero que viaja a Buenos Aires no regresa más por ningún concepto. Son cifras importantes y que nunca nadie les prestó atención.
También aquí hay absurdos- para ser suave- a saber, firma como la Kimberly Clark conocedora de la expresa oposición de sus trabajadores a la cuota solidaria, no retiene del salario la cuota solidaria a ningún trabajador. ¿Lo abonará directamente de su caja? Suma mensual importante.
¿Se entiende cómo actúan los profetas de calamidades?
Porque no pensar que esta práctica es una metodología corriente en el empresariado y se hace con plena conciencia y voluntad de los representantes del capital y del trabajo.
Los mismos que pretenden flexibilizar injustificadamente el mundo laboral dejan a salvo actitudes que animan la corrupción y de manera inveterada las han puesto en práctica. Ellos han sido causa eficiente de infiltrar la dirigencia gremial. No hay corruptos sin corruptor. Nadie habla ni considera la corrupción del capital.
No son pocos los que aplauden y destacan estas acciones en contra de los trabajadores.
Hace unos meses atrás el gobernador de la provincia destacó con su visita la millonaria inversión de la fábrica Kimberly. No hubo inversión si una movida financiera. Se cerró la sucursal de la ciudad de Pilar que puso en la calle más de 300 trabajadores y trajeron las maquinas a San Luis.
En tanto para esta maniobra Kimberly Clark, en los últimos 20 meses, despidió alrededor de 180 trabajadores puntanos.
Se presume que el gobernador es una persona informada y por lo tanto no distraída. Sí fue, sabía a qué iba.
Estas son distorsiones que afectan directamente al trabajador y benefician al capital carnívoro.
Lo concreto que hay una objetiva baja de sindicalización y desde lo político hace tiempo que la CGT dejo de ser la columna vertebral del movimiento más argentino que se tiene memoria.
Estimo que la generación de puestos de trabajo llega indefectiblemente de una economía productiva y ascendente no liquidando derechos de los más pobres y de un modelo sindical que ayude, robusto, actualizado y correspondiente con los avances de la democracia, de las nuevas tecnologías, división del trabajo y de la regionalización del país.
Lo lombardo, la casta gobernante mostró la zanahoria al sindicalismo, un modo de infiltrar para que el capital siga poniéndole el pie al trabajo en la persona del trabajador. Pero el trípode que representa actualmente a la CGT aparto la zanahoria que la casta mostró abrazo el dolor del hambre y la dignidad lacerada de millones de trabajadores pobres, decretando un plan de lucha y organización ante el avance de la barbarie. Actitud que se deberá considerar adecuadamente.
Ayudar a los trabajadores debe ser socialmente un valor innegociable; asumir el compromiso de no brindarle al agresor el placer de vernos derrotados y comprometernos a la generación de puestos de trabajo sin esclavos.
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