El mayor campeón de la historia de la Fórmula 1, Michael Schumacher, que cumplirá 45 años este viernes, seguía en coma artificial el jueves en un hospital de Grenoble (sudeste de Francia), mientras emergen los primeros interrogantes sobre las circunstancias del accidente.
Cuatro días después de la caída que sufrió cuando esquiaba en la estación alpina de Meribel, en los Alpes franceses, el piloto alemán seguía en la unidad de cuidados intensivos del hospital universitario de Grenoble, sin que se diera ninguna nueva información sobre su estado de salud, que había sido descripto como crítico pero "estable".
Ni el hospital ni la familia de Schumacher dieron informaciones sobre la evolución de su estado al centenar de periodistas que se encuentran en el estacionamiento del servicio de urgencias del hospital.
La vocera del piloto, Sabine Kehm, llegó al hospital el jueves. Fue ella la que el martes dio cuenta del estado de salud de Schumacher, calificándolo de crítico pero "estable" y fue también quien informó que sólo se daría una nueva conferencia de prensa en caso de evolución de la situación.
Los médicos y la dirección del hospital sufren una fuerte presión de los medios de información del mundo entero, que acampan desde el domingo delante del establecimiento.
AFP-NA


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