Hackeo de cuentas, robo de identidad o de datos, cyberbullying, pornografía infantil, monitoreo virtual, son algunos de los nuevos conceptos que tenemos que incluir a nuestro nuevo diccionario “tecnológico” para el uso de las redes sociales y que muchas veces por puro desconocimiento nos asustan, o en el peor de los casos, nos llevan a cometer “errores” de los que después nos arrepentimos.
Los consejos se resumen en uno: reflexionar antes de publicar datos personales en internet. Una vez que lo hayas hecho, es muy probable que queden fuera de tu control.
Lo importante es no alarmarse, informarse – prestarle atención a las políticas de uso y privacidad- y tener algunos conceptos en cuenta para que nuestra vida “on line” sea lo más parecida a nuestra vida “real”. ¿O acaso andamos por la calle gritando que nos vamos de vacaciones o paseándonos con nuestros datos de identidad colgados en el pecho?
Lo primero que tenemos que tener presente es que absolutamente todo lo que publicamos en internet es público, por lo que el concepto “privacidad” es solamente válido para lo que decidamos no publicar en ninguna de las redes sociales. Incluso los mensajes privados o los chats están expuestos a volverse públicos con el simple hecho de que uno de los involucrados en la conversación decida darlos a conocer o mostrarlos.
Lo mismo sucede con las fotos o los videos que subimos. Una vez “publicados” es casi imposible bajarlos o hacerlos “desaparecer”, ya que la réplica en las redes sociales es inmediata, y es ésta justamente, una de sus principales características.
Hoy las redes sociales –especialmente Facebook por ser la más usada- son parte de nuestras vidas como eran algunos siglos atrás, las reuniones en las principales plazas de los pueblos o tertulias en las casas de las familias más reconocidas.
Según datos difundidos en marzo de este año por Alejandro Zuzenberg, gerente para la región sur de Facebook, en Argentina hay más de 23 millones de usuarios activos todos los meses, de los cuales 15 millones realizan publicaciones a diario.
Entonces ante esta nueva forma de vida “on line” de la que casi no podemos escapar y donde gran parte de nuestras relaciones se establecen o mantienen en red, lo importante es manejarnos como en la vida misma, sabiendo estar y haciendo prevalecer nuestra privacidad. De esta manera nuestra experiencia en las redes, dependerá en gran medida de la cantidad de información que publiquemos y pretendamos dar a conocer.
Algunos consejos:
-Tomarse el tiempo para leer las políticas de uso y privacidad de las diferentes redes. Paso siguiente configurar las opciones de privacidad de acuerdo a nuestras necesidades. En el caso de Facebook, en la zona de configuración tiene varias herramientas de seguridad con detallados “paso a paso”.
-Hay información personal y valiosa que no es necesario compartir, como es la dirección de nuestro domicilio, la cuenta de mail personal o la fecha de nacimiento.
-Utilizar contraseñas seguras, preferentemente alfanuméricas. También es bueno modificarlas regularmente.
-Controlar la lista de contactos o “amigos”. Evitar “agregar” personas que no conocemos.
-No compartir fotos o información que no compartirías de otra manera. Tener presente que en internet nada es realmente confidencial.
-Tener sentido común en las publicaciones que realizamos. Tomarnos siempre un minuto para pensar lo que vamos a publicar.
- Tan importante como proteger nuestra privacidad es respetar la de los demás. No publiques datos de terceras personas sin su consentimiento.
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