Diez productores de Ayacucho pudieron reemplazar sus cabras

La jaulita del Ministerio del Campo se movía y era un parlante lleno de berridos. Los chicos, con los ojos agrandados por la curiosidad, espiaban a las cabritas por entre las hendijas del rodado. Los más osados incluso tendían la mano para acariciarlas y ellas respondían acercando el hocico, como reconociendo a quienes serían sus nuevos dueños en minutos más.

Cinco familias de La Bajada se llevaron una alegría extra: llegará la luz a sus domicilios.

La escenografía, tierna como pocas, fue parte del acto de reposición de caprinos que llevó adelante el Programa Tecnificación Agropecuaria en Candelaria. El trámite es simple: veterinarios del ministerio visitan a los pequeños productores (menos de cien animales), revisan el rodeo y detectan a aquéllos que padecen brucelosis o cualquier otra enfermedad reproductiva. Poco después esos caprinos van a faena y los reemplazan con otros de buena genética, para blindar sanitariamente a los establecimientos y que no se propaguen las patologías. Los animalitos nuevos provienen del módulo genético caprino de Sol Puntano y son de las razas Boer y Anglo Nubbian.

Diez familias se fueron felices del predio del Consorcio Agropecuario del Norte hacia sus parajes con sus cabras atadas en pequeños trailes o directamente en cajas de viejas camionetas desvencijadas. Para ellos representan la posibilidad de aumentar sus rodeos y mejorar la calidad. Antes tuvieron la oportunidad de estrechar la mano del vicegobernador Jorge Díaz, un ingeniero agrónomo que se siente en su salsa en este tipo de actos, y del ministro del Campo, Felipe Tomasevich, quien escuchó pacientemente los pedidos de cada productor y los derivó hacia sus colaboradores para solucionar todas las inquietudes.

Los diez productores que recibieron nuevos ejemplares viven en parajes cercanos a Candelaria, Luján y Quines. Estuvieron, la mayoría con sus familias, Darío Arce (Balde Nuevo), Claudio Ávila (Los Quemados), Evaristo Cortez (El Cadillo), Domingo Garay (Baldecito), Rosa Garay (Tres Cañadas), Roque Guardia (El Caldén), Marcos y Mercedes Lucero (ambos de Balde, Quines), Juan Ramón Rey-noso (La Bajada) y Hugo Vargas (La Médula).

Otros 12 trabajadores rurales dedicados a la cría porcina tendrán nuevos corrales de encierre y destete a través del Programa Tecnificando nuestro Campo. Se trata de Cristian Yubel (La Médula), Johana Vargas (La Bajada), Nancy Robles (Tres Cañadas), Miguel Ángel Quevedo (La Amalia), Carlos Ozán y Daniel Fernández (ambos de El Puesto), Amada Oviedo (Los Quemados), Roque Domínguez (El Retamo), Rafael Cortez (El Cadillo), Juan Carlos Chacón (El Caldén), Mateo Carrizo (La Moderna) y Bernabé Andrada (Balde, Quines).

Los que viven en La Bajada se llevaron una alegría extra, porque el Gobierno invirtió 203 mil pesos para llevarles electricidad hasta sus hogares. "A partir de la obra de electrificación podrán proyectar sus emprendimientos más allá de las producciones bovinas y caprinas”, explicó Fernando Casas, intendente de Candelaria.