Juventud rescató un punto clave frente a un rival directo

Fue 3 a 3 en el Mario Sebastián Diez

“Qué partido por favor” fue lo que la mayoría de los hinchas murmuraron ni bien terminó el encuentro. Y cuánta razón tienen. Juventud y Maipú jugaron ayer un duelo electrizante que, por esas cosas que tiene el fútbol, terminó 3 a 3. Resultado que le ayuda al auriazul para seguir en la segunda posición de la tabla. Pero ojo, ahora todos están más cerca.
Quienes fueron al Mario Sebastián Diez, vieron una verdadera lección de fútbol, porque al partido no le faltó nada. El conjunto puntano dejó alma y vida en cada pelota y el de Mendoza hizo lo mismo.
Veamos el primer tiempo: el cronómetro marcó el minuto cinco y Gonzalo Parisi (el nueve goleador de Maipú), levantó la cabeza, vio a Laureano Tombolini adelantado, y desde 45 metros metió un bombazo de que se clavó en el ángulo izquierdo del uno local.
Juventud reaccionó al instante, fue en búsqueda del empate y a los 27’ gracias a Emmanuel Reinoso y a los 30’ producto de un gran cabezazo de Cabrera, consiguió pasar al frente. Así, alentado por su gente que en ningún momento dejó de cantar, los de Tempesta se fueron al vestuario arriba por 2 a 1.
Lo que pasó en el complemento: otra vez el equipo dirigido por Sperdutti pegó temprano y primero. A los 8’, Coria sorprendió a todos y empató la historia.
Tempesta (DT del Juve) movió el banco, cambió las fichas, y mandó al equipo más arriba. Al frente todo lo contrario; el once mendocino se refugió en su campo a la espera de un contraataque y a los 20’, consecuencia de un tiro libre rasante y unos rebotes imposibles de adivinar para Tombolini, pasó al frente: 3-2 y desconcierto en el local.
Con garra, corazón, aliento y desesperación Juventud salió a buscar el empate y tras varios intentos fallidos, a los 40’ Juan Aguirre volvió a vestirse de héroe y marcó el 3 a 3.
A partir de ahí, si bien el local intentó de mil maneras llegar al triunfo, el cronómetro de Sergio Testa (árbitro) marcó que ya no había tiempo para más y los dos debieron conformarse con repartir los puntos.
Juventud se movió hasta la mitad de cancha, y entre abrazos y alientos, los locales se quedaron escuchando el claro mensaje que bajó de su fiel hinchada: “El domingo cuesta lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”.
Claro, el próximo fin de semana enfrentará a Estudiantes, su clásico rival. El triunfo lo pide la gente y los tres puntos son vitales para clasificar.