Planean convertir en museo el antiguo Templo Santo Domingo

Después de que las fuertes lluvias de hace quince días ocasionaran un boquete en uno de los muros del Templo Santo Domingo, desde el Ejecutivo analizan cómo proceder para restaurarlo y darle un nuevo fin al edificio. “Luego de que subsanemos el daño actual, tenemos la idea de recuperar una iniciativa del año 1996 de usar ese edificio para exposiciones y conferencias. Porque es un lugar muy importante de la ciudad que debería dejar de usarse como ámbito de trabajo. Y también que se haga un museo de arte religioso”, contó Martín Baca, jefe del Área de Patrimonio Histórico Cultural.

"Fue descartada la demolición del edificio porque hubo rumores sobre este tema".

“En principio me reuní con Alfredo Pérez Camargo porque considero que es la persona adecuada ya que conoce el patrimonio histórico de San Luis y además es arquitecto. Después le presenté un informe a la ministra Celeste Sosa y la primera medida que coordinamos fue descartar la demolición del templo porque hubo rumores sobre este tema”, aclaró el funcionario.
En ese sector del antiguo edificio funcionaba una dependencia del programa San Luis Libro, aunque ahora permanece cerrado y realizaron tareas de apuntalamiento provisorio. “En mi informe a la ministra propuse la moción de que esa cuadra de 9 de Julio entre San Martín y Rivadavia sea puesta en valor y embellecida porque representa el casco histórico de San Luis. Eso incluiría el reciclado de la fachada de la fábrica de alfombras, de San Luis Libro y el espacio donde ensaya la Banda de Música de la Provincia”, agregó.        
Baca aseguró que la construcción es "totalmente rescatable", pero primero deberán aguardar a que los muros sequen, para poder hacer las tareas de refacción. Además, contó que "en la década de 1940 se construyó el Templo Nuestra Señora del Trono contiguo al antiguo templo, que dejó de ser de oficio religioso y se transformó en patrimonio del Gobierno provincial.
“Pérez Camargo consideró que la abertura del muro se produjo por la gran cantidad de lluvia que sufrimos en las últimas semanas. Y porque además, justo en esa parte hay un árbol que no existía hace cien años y creció sobre uno de los desagües”, indicó Baca. “Mientras no se seque no se puede intervenir, habría que esperar a que pasen las lluvias. La humedad sobresaturó la tierra y los adobes perdieron la forma. Eso es delicado porque cuando ocurre quiere decir que el muro ha perdido la capacidad portante. Habrá que ver en qué sectores aparecen los adobes para empezar la reconstrucción a partir de allí”, explicó Pérez Camargo. 
Una de las opciones para su restauración sería traer adobes de taperas del interior. Una de las localidades que tuvieron en cuenta fue San Francisco del Monte de Oro. “Sería muy interesante que como van a necesitar este material no tengan que hacerlo, sino que se pueden buscar porciones antiguas, que fue lo que se hizo en Merlo, donde la iglesia hace años sufrió un daño y pidieron a la Municipalidad que buscara adobes antiguos en taperas y se hizo la intervención. Si no se consigue habrá que hacerlo. Lo más importante es que se realice la restauración. Una vez que se seque hay que ver qué dicen los técnicos, si la humedad lo afectó mucho, entre otras características”, expresó el arquitecto.