La presidenta Cristina Fernández llegó retrasada al Vaticano, las causas recaerían en un esguince que sufrió en su pie izquierdo el domingo por la noche. Arribó poco antes de las 9:30 (hora argentina) donde mantiene una reunión con el papa Francisco.
La Presidenta descendió del auto oficial con una bota ortopédica y con dificultades para caminar y, según explicó brevemente a los periodistas, sufrió un "esguince" anoche en el hotel en el que se aloja en Roma.
El Papa salió a recibirla en la puerta de la Residencia Santa Marta, donde mantendrá su segunda audiencia privada en un año, período en el que también tuvo en un saludo y breve encuentro con Río de Janeiro, Brasil, cuando coincidieron en la 28º Jornada Mundial de la Juventud.
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