La luz pega un salto, y no es justamente por un pico de tensión. La presidente de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, Laura Giumelli, confirmó que la tarifa en la provincia aumentó en promedio un 22 por ciento. El ajuste empezó a correr a partir de este mes, por lo que los usuarios lo verán reflejado en la factura que llegará en abril.
En el Gobierno aseguran que será la única suba del año.
“El aumento afecta a todas las categorías, no sólo al domiciliario, y es el resultado de la aplicación de los nuevos criterios para determinar los ajustes”, señaló Giumelli, quien debió reconocer el incremento luego de que la distribuidora Edesal publicó el nuevo cuadro tarifario.
Los mecanismos principales fijados por la Comisión Reguladora para aceptar las subas de Edesal son que la empresa puede solicitar readecuaciones si éstas están espaciadas por un plazo mínimo de seis meses y sólo cuando sus costos hayan superado el umbral del 12 por ciento.
La funcionaria aseguró que será el único retoque en el precio de la luz que habrá en el año y que fue avalado porque constataron que los gastos internos de Edesal habían trepado al 27 por ciento a raíz de la inflación generalizada que afecta la economía argentina.
Independientemente que los reajustes en las tarifas y los impuestos son siempre antipáticos para los consumidores, la titular de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica destacó que el último tendrá un impacto leve en los presupuestos de las familias puntanas.
“En la tarifa residencial el ajuste llega a una media que está entre los 17 y 20 pesos; es decir, el precio que tiene un café”, comparó. La última autorización en la parte de la tasa que no está alcanzada por los subsidios nacionales había sido en abril de 2012.
“Los subsidios a nivel nacional están en plena discusión y no sabemos cuál es con exactitud el criterio que tendrá el Gobierno central. Pero en la composición de este último aumento en la provincia, este tema no incidió”, agregó Giumelli.
Los criterios
Además de que haya como máximo dos ajustes por año y que éstos se gatillen recién cuando los costos para Edesal traspasen el 12 por ciento, la Comisión estableció otros mecanismos para regular las subas, y rechazó algunas propuestas que había acercado la empresa.
Una de ellas era que la compañía pretendía establecer un mecanismo automático para fijar los incrementos. Sin embargo, Giumelli indicó que éste era un criterio puramente “economicista” y que por ende no protegía los intereses de los consumidores.
Otras iniciativas negadas fueron la de dolarizar la tarifa, ya que se consideró que Edesal puede conseguir todos sus insumos en el mercado nacional; y también la de contemplar los acuerdos salariales sólo con el sindicato de Luz y Fuerza, al juzgarse que éste no es el único gremio al que están afiliados los empleados de la empresa.
Estos criterios, plasmados finalmente en una resolución, fueron el resultado de las audiencias públicas celebradas a fines de enero en Juana Koslay. En ellas participaron la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, autoridades de distintos sectores sociales, instituciones públicas y privadas, y las distribuidoras y grandes usuarios a nivel nacional.
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