Un obrero cargaba arena y murió apretado por un camión

Todo fue muy rápido. Cuando los familiares corrieron a auxiliarlo, ya no podían hacer nada. Las lesiones que el joven había sufrido en el pecho, al ser aplastado por el camión contra un árbol, eran tan graves que cualquier intento por salvarlo era vano.
José Anastasio Cejas tenía 25 años. Murió ayer a la mañana, mientras cargaba arena en un camión, frente a la casa de su tío, para quien trabajaba en Santa Rosa del Conlara.
La tragedia sobrevino unos minutos antes de las diez. José estaba trabajando en la calle Pedernera 2100, del barrio Centenario, en la zona cercana al cementerio municipal.
El joven no vivía allí, sino en el barrio Malvinas, con su esposa y su hijo de dos años.
La conmoción que el accidente le produjo a la familia Cejas impidió que la Policía pudiera interrogarla sobre detalles del hecho.
No saben quién manejaba el camión Bedford modelo 1962, pintado de azul y ocre, en el que José paleaba la arena depositada entre la vereda y la calle de tierra. Tampoco pudieron precisar si el vehículo tenía el motor en marcha o apagado, informó la oficial principal Judith Rodríguez, de la Comisaría de Distrito 25ª de Santa Rosa.
Al parecer, en el momento en que se produjo la tragedia no había nadie sentado al volante del transporte, ni junto al obrero que levantaba el árido en la parte trasera.
“Habían puesto unas piedras en las ruedas, para que no se movieran, pero parece que no fue suficiente”, dijo Rodríguez. El Bedford estaba estacionado cuesta arriba, porque la calle tiene una leve pendiente. Al parecer cuando Cejas fue sacando la arena depositada en el suelo fue socavando el sostén de las ruedas. Y en un momento las piedras puestas como tope, presionadas por el empuje del camión hacia atrás, empezaron a hundirse hasta no poder impedir más su movimiento.
La marcha atrás del transporte fue repentina y tomó por sorpresa al trabajador. La parte trasera de la caja lo apretó contra un gran pino ubicado a sus espaldas. Tal vez porque el camión hizo un ligero rebote, Cejas alcanzó a liberarse del aplastamiento y cayó a un costado. Pero el apretón había sido demasiado fuerte.
“Nos avisaron vecinos que pasaban por allí y salimos a las 10:30. Cuando llegamos, la persona ya había muerto”, informó el suboficial ayudante Gustavo Gauna, de los bomberos voluntarios de Santa Rosa.
Un médico de la Policía y una médica del hospital del pueblo llegaron también, pero no pudieron hacer nada. El forense Gustavo Lafourcade constató la muerte y firmó el certificado de defunción.