Balean a un hombre en medio de un conflicto por un campo

Rubén Ortiz, casero en un campo de Bajo de Véliz, nunca pensó que las constantes amenazas de los vecinos se llegaran a concretar. Pero el miércoles, el hombre estaba junto a su esposa y sus hijos cuando fue visitado por tres desconocidos que le efectuaron tres disparos y lo golpearon.

Según el denunciante, este ataque se debe a un conflicto de vieja data que mantienen la dueña del campo y un vecino.

"Mientras me pegaban me decían que violé a una nena, ataqué con un cuchillo a un muchacho y que le había robado animales a tal persona. Me acusaban de cosas que no tuve nada que ver", aseguró Rubén.

Según el denunciante, este ataque se debe a un conflicto de vieja data que mantienen la dueña del campo, Eda Iris Romero, y un vecino, de apellido González, quien reclama un tercio del inmueble. Además contaría con la complicidad del propietario de otro campo,  de apellido Godoy.

El miércoles a la mañana, la esposa del damnificado había llevado a sus hijos al colegio. Cuando regresaba vio que tres hombres charlaban con Godoy. "Mi  mujer me dijo que cuando la vieron uno de los sujetos se tapó la cara con los anteojos, otro se escondió detrás del vecino y el restante se metió en un auto negro con vidrios polarizados", recordó Ortiz. "De inmediato me fui por el campo y me quedé escondido detrás de un árbol y escuchaba el ruido cuando cargaban las armas. Pero pensé que eran rifles de aire comprimido", refirió.

Luego regresó a su casa, donde se dedicó a cortar leña junto a sus hijos. Tras una jornada ardua de trabajo, el hombre se sentó a descansar mientras su esposa le cebaba mate.

Eran cerca de las 18 cuando  golpearon las manos. Ortiz recorrió cerca de 70 metros, lo que separa la tranquera con la casa para atender a dos hombres. Le pidieron un gato hidráulico porque se les había quedado el auto empantanado. El hombre accedió y cuando fue a prestarle el aparato, un tercer desconocido le aplicó un golpe en la cabeza y le exigieron que no volteara para ver hacia atrás. De todos modos lo hizo. "Vi que entre los tres atacantes estaba Walter González, quien se dio media vuelta y no lo vi más" porque recibió el tiro en la pierna izquierda", comentó el casero. "Me llevaron para la casa y me pidieron que me tirara al piso, pero como no podía hacerlo me empujaron y caí. Ahí me volvieron a disparar y me hirieron en la pierna derecha y me encapucharon", aseveró.

Un atacante se quedó con Ortiz, y los otros encerraron a la mujer en una pieza para revisar la vivienda. Luego de hacerse de un tarro con monedas, rajaron las cubiertas de una moto y un auto y se fueron. "Antes de irme me aseguraron que si no me iba de la casa, matarían a mi familia".

Cerca de las 21 llegó el esposo de Romero y llevó a Ortiz al Hospital de Santa Rosa del Conlara, porque el chofer de la ambulancia, no había podido encontrar el campo. Ahí fue examinado y después trasladado a San Luis, donde permaneció hasta ayer a la mañana.

Agentes de la Comisaría 2ª le recibieron la denuncia que será elevada al Juzgado Penal de Concarán.