La Municipalidad afirmó que mantendrá la continuidad de los operativos sorpresa contra los manteros y quienes ocupen las veredas en el centro de la ciudad. La mayoría de los comerciantes formales del microcentro manifestaron estar de acuerdo con los desalojos, aunque otros tuvieron sus reparos.
30 Es la cantidad aproximada de puestos callejeros que hay en el microcentro.
“La venta en la vía pública es ilegal y los manteros lo saben. Además, estaban advertidos de que eran pasibles de un decomiso. Ésta es una actitud que vamos a mantener en el tiempo y van a seguir perdiendo mercadería. El que no quiere perder que se retire”, señaló Jorge Jofré, jefe de la Guardia Urbana municipal.
En su despacho de calle San Martín el funcionario indicó que pretenden mantener las veredas y calles libre, para que transeúntes y automovilistas puedan movilizarse sin inconvenientes. “En una actitud desafiante, algunas personas colocaron hoy (por ayer) sus puestos en Junín”, manifestó Jofré, al respecto de la insistencia de los vendedores a desocupar puntos estratégicos de comercialización.
En esa dependencia de la Municipalidad tenían, hasta ayer por la mañana, los objetos decomisados durante el fin de semana en catorce bolsas negras, precintadas con número de identificación, y los estantes y caballetes que servían de escaparate a los vendedores. (Ver fotografía Decomiso) La mercadería confiscada será destruida o donada, según sus cualidades legales y utilidad. En el caso de los discos compactos de películas y música, por ser producto de una actividad de “piratería”, quedarán inutilizados al llegar a manos del Juzgado de Faltas.
El jefe de la Guardia Urbana contó que las notificaciones de desalojo comenzaron el mes pasado, aunque no tuvieron éxito en lograr que los vendedores se retiraran por cuenta propia de las veredas.
El director general de Relaciones Institucionales y con la Comunidad de la Intendencia, José Havelka, dijo que los operativos de prevención y control habilitados por el Juzgado de Faltas pueden incluir la inspección de vehículos y locales comerciales que colaboren con los vendedores ambulantes. También aclaró que la medida se aplicará a todos aquellos que obstruyan la calle, como negocios que exponen carteles o bares que tienen más mesas, al aire libre, de las permitidas.
Ambos contestaron a los dichos de los manteros, quienes denunciaron agresiones de los inspectores municipales. Los funcionarios insistieron en que la desocupación se desarrolló pacíficamente y que la Policía de la provincia estuvo presente para asegurarse de que así fuera. Respecto al espacio que la Municipalidad le habría prometido a los vendedores, ninguno supo dar respuesta e indicaron que no es incumbencia de su área.
El juez de Faltas, Alejandro Ferrari, quien expidió el sábado la orden de “despeje de la vía pública”, aseguró que no es necesario un oficio que habilite el accionar de la Intendencia. “El Poder Ejecutivo municipal tiene la facultad, a través de sus inspectores, de realizar este tipo de tareas”, dijo. Después de reafirmar que la venta estática en la calle no está permitida, Ferrari contó que el organismo judicial “siempre sugirió que el procedimiento sea sistemático”, lo que quiere decir que el control de las normas se desarrolle periódicamente, para evitar el asentamiento de personas y elementos que pueden obstruir el paso dentro de la ciudad. Luego llamó a los ciudadanos a reflexionar sobre la compra en puestos callejeros, la cual también es ilegal y pasible de sanción.
Las opiniones en los comercios
Las opiniones de los comerciantes que tienen locales frente a plaza Pringles o sobre San Martín fueron diferentes, según la relación particular y las experiencias que cada uno tuvo con los manteros.
En negocios que venden los mismos productos, como ropa, dijeron que es injusto que los precios de venta en las calles sean considerablemente menores, por la exención de impuestos y alquiler. Una vendedora de calle Pringles dijo: “Tuvimos que regalar las medias para poder competir con ellos o no vendíamos nada”.
En una tienda de accesorios, las empleadas opinaron que los manteros “no molestan a nadie” y que los clientes son los que deciden en dónde comprar.
En San Martín los propietarios denunciaron que los manteros son violentos.
Más Noticias