La presidente Cristina Kirchner presentó ayer las nuevas formaciones de la línea del ferrocarril San Martín y pidió "colaboración" a los sindicalistas y a los empresarios del sector para mejorar el servicio.
"Al subsidiar el transporte contribuimos a mejorar el salario de los trabajadores"
En una encendida crítica y un puntual reclamo lanzados en un acto en la localidad bonaerense de Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero, la mandataria solicitó "a los más de 20 mil trabajadores ferroviarios, cuyos sueldos también son pagados con subsidios, que piensen en los miles y miles de argentinos que no ganan siquiera una cuarta parte de sus sueldos, para que por favor brinden el servicio y los argentinos podamos vivir mejor".
En el acto, que compartió con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, la jefa de Estado pidió la colaboración de usuarios, trabajadores y empresarios para cuidar las nuevas formaciones ferroviarias.
"Una presidente sola no puede hacer las cosas. A los que viajan en el tren, por favor, que lo cuiden; son ellos los que va a tener que seguir viajando y sus hijos, sus hermanos, sus esposas", subrayó.
Los nuevos trenes fueron comprados a partir de un convenio firmado con empresas chinas. La mandataria apuntó que la inversión del Tesoro Nacional fue de 150 millones de dólares.
Bitrenes
La Presidente también firmó ayer un decreto que autoriza la circulación de camiones con semirremolques biarticulados en las rutas nacionales, conocidos como bitrenes o B-dobles, con los que el Gobierno espera incrementar hasta un 80% la cantidad de carga transportada.
Este tipo de transporte, que ya se utiliza en San Luis desde hace dos años (ver: "San Luis, pionera en el uso…"), es empleado en las ciudades más importantes del mundo y permite disminuir los costos a productores e inversores.
Los bitrenes pueden alcanzar hasta 25,25 metros de largo con al menos dos semirremolques unidos entre sí por un sistema de enganche conocido como "quinta rueda". Pueden transportar entre un 76 y 90% más de carga que los camiones convencionales: el peso neto de carga aumenta de 29 a 54 toneladas, pero con un 19% menos de peso por eje, lo que reduce el daño a los caminos en un 56%.
Además ahorran entre 40 y 70% de combustible por tonelada transportada (con menos emisión de gases que generan el efecto invernadero), reducen el congestionamiento en rutas e incorporan tecnología de última generación en sistemas de freno y control de estabilidad.
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