Detectaron un camión con carne de cerdo en mal estado

Casi llegan a los centros de distribución sin cumplir las condiciones de higiene suficientes. Y es que el viernes a la mañana la Dirección de Bromatología puntana detectó un camión de carne porcina en mal estado, que además había contaminado por contacto a otras reses vacunas que trasladaba el vehículo, que provenía del departamento Pedernera. La mercadería no pasó el control municipal y la dependencia a cargo del chequeo decomisó una parte del cargamento.

La mercadería no pasó el control municipal y la dependencia a cargo del chequeo decomisó una parte del cargamento.

“Se observa la calidad del producto que está mal pelado y algunas cerdos tocan el piso del camión y así no puede ser introducido en la ciudad para la venta”, dijo Edgar Medina, titular de Bromatología, sobre las 11 medias res que venían del frigorífico Los Cardenales, ubicado en La Punilla. Y agregó: “Para que esté en óptimas condiciones y pueda ser distribuida sin problemas, el animal no tiene que tener pelos, ni estar en contacto con alguna parte de la camioneta, cada uno tiene que venir envuelto en nylon y tiene que mantener la cadena de frío, que en este caso es buena”.

El director comentó que no podían retener el camión en la dependencia, que funciona en la ex estación de trenes, porque no toda la carne estaba destinada a locales de la capital. Sólo se quedaron con una media res, que era la que iba a un comercio puntano, labraron un acta para elevarla al Juzgado de Faltas y que el organismo determine cuál será la multa. Y el vehículo volvió precintado a Juana Koslay, donde debía descargar el resto de la carne. Pero Medina aclaró que no era el primer viaje del móvil a la localidad vecina, ya que el coche había pasado por ese municipio antes de ir a San Luis y aprobó el control de la posta sanitaria sin problemas.

 “Lo más grave es que fue controlado y aprobado por la Cosafi (Control Sanitario Fiscal), que es el ente que regula la sanidad animal de la provincia. El cargamento tiene los sellos que verifican la autorización del organismo. Es gente que está preparada para hacer las cosas bien, pero esto se les ha pasado y nosotros lo notificamos”, dijo el titular de Bromatología, quien aseguró que el órgano de control debe trabajar afuera de los frigoríficos.

Pero Carlos Montaldi, titular de la dependencia provincial, explicó que la metodología de trabajo es diferente. “No hacemos inspecciones fuera de los depósitos porque no contamos con el personal necesario. Tenemos las postas limítrofes que son las que más trabajan y están en Vizcacheras, Justo Daract, La Punilla, Quines, Desaguadero, Buena Esperanza, Nueva Galia y Unión”, dijo el funcionario provincial. Y agregó: “Los puestos internos revisan más que nada si va en regla la documentación porque no tenemos gente”. En total, el Cosafi tiene alrededor de 150 trabajadores, incluidos los que realizan trabajo administrativo, pero según Montaldi necesitarían que fueran 300. Por eso, priorizan los controles de vehículos que llegan de otras provincias, aunque constantemente solicitan que les envíen más personas.

Además, destacó que para hacer los exámenes, el personal debe contar con una vestimenta adecuada: chaqueta blanca, botas de goma, guantes y gorro y las instalaciones también deben estar preparadas específicamente para la tarea. “No es lo mismo hacerlo en la ruta que una casilla sanitaria”, justificó. Y agregó que también es competencia del Municipio. “Si está mala la mercadería y la Intendencia de San Luis la interceptó, tiene que decomisarla, y establecer cuál es el problema. Ellos tienen una cabina bromatológica para hacer las inspecciones como corresponde. Las casillas son para eso y casi todos los municipios tienen en la entrada un espacio que se llama Introducción, donde les dicen a los camiones si pueden vender o no”. Incluso Montaldi adelantó que la insistencia de los funcionarios municipales en atribuirle al Cosafi toda la responsabilidad de la carne de cerdo en mal estado, no era una coincidencia, sino la respuesta a una medida que el ente que dirige había tomado hace casi dos meses con un cargamento de Nación.

No es el primero

Si bien no es un problema habitual, Medina aseguró que ya tuvieron que retener otros vehículos por no cumplir los requisitos de sanidad.  “Ocurre sobre todo con la carne de cerdo, que necesita mucha más higiene y tratamiento. Pero la de vaca también tiene que cumplir requisitos. Y sucede con camiones que circulan dentro de San Luis y con los que vienen de otras provincias, pero con esos somos mucho más rigurosos, porque tienen sistemas de control diferentes al nuestro”, dijo. Y añadió que cuando llega mercadería lo primero que hacen es trasladarla a la casilla sanitaria, luego verifican la temperatura y las características organolépticas (textura, olor, color). Si los animales están en condiciones, sellan la factura para que se distribuya en los comercios y en caso contrario, labran un acta y retienen el contenido del vehículo.