San Luis: advierten que solo está habilitada la venta de panificados caseros

Por el festejo de las fiestas patrias y también para generar un ingreso extra en tiempos de crisis, la "cocina amateur" creció de manera exponencial en la capital puntana pese a que el Municipio solo habilita la producción y venta de panificados preparados en domicilios particulares.

Según explicó el director de Bromatología, Federico Vallone, la elaboración del resto de los alimentos en el ámbito domiciliario, para su posterior comercialización, no está avalada ni permitida. En cambio, dijo que los únicos autorizados a trabajar en el rubro son los comercios con la habilitación oficial del área municipal correspondiente.

"Es entendible la situación económica y social que atraviesa la gente, pero ese tipo de actividad no está permitido por Bromatología. Es porque no podemos realizar un control estricto de la manipulación que tienen los alimentos antes, durante y después de su elaboración, como tampoco de su procedencia", indicó Vallone, quien agregó que la prohibición es para evitar intoxicaciones que pueden variar entre leves y graves.

"En nuestra ciudad contamos con el Programa Miniemprendimientos que está orientado a las personas que no tienen la posibilidad de abrir su propio negocio, como es una rotisería. Consiste en que autorizamos a que preparen únicamente panificados como alfajores, churros o facturas en sus cocinas domiciliarias. A partir de un registro en el que no hay muchos inscriptos, les permitimos la venta de sus productos envasados  y con la fecha de elaboración junto a la de vencimiento", señaló el director de Bromatología municipal. El tiempo máximo que otorga la autoridad para la venta de esos alimentos, luego de su elaboración, es de 24 horas.

"A los productores les explicamos qué recaudos tienen que tener en sus cocinas en relación a los cuidados higiénicos y sanitarios, como también el tiempo máximo en que se puede consumir el producto, lo que le da un respaldo para la venta", sostuvo el funcionario, y agregó que las precauciones básicas son tener el ámbito de preparación en óptimas condiciones higiénicas y de desinfección.

Vallone advirtió que sin esos controles el consumo de los productos que no cuentan con ningún tipo de regulación oficial conlleva el riesgo de contraer Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ATE) clasificadas en microbianas, parasitarias, virales, intoxicaciones por químicos y toxiinfecciones. Entre las consecuencias de adquirirlas están los trastornos gastrointestinales acompañados inclusive con síntomas tales como fiebre, fatiga, malestar general, deshidratación, desnutrición, dolor de cabeza, fallas renales y daños hepáticos.

"En caso de consumir este tipo de alimentos que no cuentan con autorización, le pedimos a la gente que sea cuidadosa y observadora en relación a la procedencia. Siempre es conveniente comprarle a un conocido porque puede dar un indicio sobre los recaudos que se tomaron durante la elaboración", dijo el director municipal.