Con precios máximos de $20,43 pagados por kilo de ternero de 160 kilos, el último remate de la firma Alfredo S. Mondino en Buena Esperanza volvió a marcar tendencia en una amplia región, según coincidentes apreciaciones de fuertes compradores habituales.
La categoría que también alcanzó valores máximos destacados fue el de las terneras de 150 kilos, por las que pagaron hasta $20,43 el kilo.
Con un encierre de casi dos mil cabezas, la subasta dejó satisfecho a Roberto Mondino, que estuvo en la conducción de las ventas todo el día: “Nos hemos convertido en el sur de San Luis en un mercado ganadero de referencia”.
Lo mismo piensa Miguel Lavaseli, dueño de un establecimiento ganadero en la localidad cordobesa de Washington y comprador importante, opinó para Revista El Campo que estos remates ya constituyeron un mercado formador de precios, con categorías que se venden mejor que en Liniers.
Las categorías que también alcanzaron valores máximos fueron las terneras de 150 kilos, con $20,43, y las vacas con garantías de preñez, por las que pagaron hasta $4.600 por cada una.
El encuentro ganadero de mayo en Buena Esperanza estuvo muy concurrido, en especial por habituales vendedores y compradores, entre ellos, el lonko de Pueblo Ranquel, Daniel Sandoval, ahora convertido en un fuerte jugador del mercado ganadero de la región.
En el segundo remate televisado de la firma Mondino realizado el mes pasado, la comunidad ranquel vendió una de las tropas más numerosas, con más de ochocientas cabezas.
Para Lavaseli, éste fue un remate animado: "Siempre se vende bien en Buena Esperanza, además es referente en la región y formador de precios. En cría y engorde marca las pautas y es un mercado extraordinario porque hay categorías que se venden igual o mejor que en Liniers".
El productor consideró además que el sur de San Luis aporta hacienda de ciertas características que es muy atractiva, ya sea para engordar o con destino a la faena.
Mondino logra reunir una muy buena cantidad de hacienda y esa variedad de opciones es la que atrae a una gran cantidad de compradores, agregó: "Como yo, que tengo el campo a una distancia bastante acomodada, con poco más de cien kilómetros". Lavaseli trabaja con un esquema eficiente que le permite alcanzar una producción de 12.000 novillos gordos al año.
También durante la subasta de Mondino sonaron anuncios bien recibidos por la comunidad ganadera, como la próxima inauguración de una cabaña de bovinos en el sur: "Cuando empieza a participar fuerte la genética, mejora la calidad de los rodeos y nos favorece a quienes nos proveemos de vacas y terneros; para los compradores e invernadores es una buena noticia”.
Gabriel Ferrero, tiene su establecimiento ganadero en la zona de La Angelina, un paraje sobre la Autopista 55 que tomó el nombre de este campo: "Estoy preparándome para inaugurar una cabaña de Hereford, le dijo a Revista El Campo minutos antes de comenzar la segunda parte del remate.
Ferrero sintetizó con pocas palabras su decisión de iniciarse en la producción de genética: "Es una raza que me emociona y espero tener éxito. Empezamos con unas 200 vacas puras registradas para sacar un buen toro".
En su campo ubicado a 30 kilómetros de Buena Esperanza, tiene además machos puros de pedigrí que compró a Cabaña Las Lilas y Antiguas Estancias Don Roberto y recientemente más vacas a Vasco Viejo.
El Hereford es una animal que lo buscan muchos para hacer cruzas porque anda bien arriba de cualquier otra vaca, explicó: "El ternero careta o mascarita que se logra tiene mucho más rendimiento y para criarlo es más fácil y blando que otros muy puros".
El ganadero tiene claro también que esta raza predomina en los campos del oeste provincial: "Acá en el sur recién lo están adoptando para cruzarlo y hacer un ternero con mejor genética, más blando para engorde y que se exprese más rápido".


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