River llegó a San Luis y recibió el calor de su gente

A las 15:15 aterrizó el avión proveniente de Buenos Aires. Los fanáticos hacía horas que estaban en el aeropuerto esperando por sus ídolos. A las 15:20 comenzaron a bajar los jugadores de River. Y el ¡Dale campeón, dale campeón! comenzó a sentirse en los hinchas del Millonario que miraban sorprendidos.
El primero en poner los pies en suelo puntano fue Emiliano Díaz, el ayudante de campo e hijo de Ramón. Después siguió la fila india con el resto de la delegación.
El Torito Cavenaghi fue el más solicitado. El delantero que hizo dos goles claves en la última fecha ante Quilmes y que le sirvieron al Millo para ser campeón, caminó apurado, siempre con buena onda, y esquivando con su valija los pies de los fanáticos que pedían fotos y autógrafos. "Nunca metí tantas diagonales", dijo el Torito mientras buscaba hacerse paso y llegar hasta el micro.
Otro de los buscados fue Ramón Díaz, el Pelado sonrió y dijo "después hablamos". Pero siempre puso su mejor cara y saludó a los hinchas.
Chichizola, a pesar de ser el arquero suplente, fue muy solicitado, no es para menos, los penales que le atajó a Carrillo (Estudiantes de La Plata) y a Saja (Rácing) fueron vitales para conseguir el título.
El Lobo Ledesma, otro de los aciertos de Ramón, se paró una y otra vez para firmar autógrafos y sacarse fotos. Mercado, Barovero, Vangioni y Maidana se adelantaban muy lentamente porque la gente dejaba a un jugador y agarraba a otro para fotografiarse.
No todos los días viene River a San Luis. Los hinchas hicieron vigilia, primero para sacar entradas para la Súperfinal; después para llegarse hasta el aeropuerto para estar cerca de sus referentes.
El frío no fue impedimento para que los simpatizantes esperen a los jugadores. "Pasé casi diez horas para conseguir una popular. Soporté lluvia, frío y mucha incertidumbre, mirá si no voy  a venir al aeropuerto a esperar por estos maestros  que nos dieron una gran alegría. Esto es River", dijo Carlos, que envuelto en una bandera del Millonario, se sacó fotos con todos. Hasta el utilero abrazó. No dejó a nadie. Fanático el hombre.
River provoca esto. Al igual que en 1984 cuando vino por primera vez, el Millo recibió el calor y el amor de los puntanos que simpatizan por estos colores. Pasó lo mismo cuando en febrero de este año visitó la provincia por segunda vez.
Ramón y sus muchachos están en tierra puntana. El último campeón del fútbol argentino está en San Luis. Los hinchas y los amantes del fútbol van a disfrutar por dos días a sus ídolos. El partido es mañana, pero los hinchas ya comenzaron a jugarlo.