Quince cuadros en óleo y acrílico componen la muestra que Valeria Franco pondrá en exposición a partir de hoy en el hall de entrada del Centro Cultural Puente Blanco. Figuraciones abstractas y colores vivos componen la exposición que estará hasta el 26 de mayo.
"Me gusta lo abstracto pero no puedo abandonar la figuración"
La colección se llama “Germinaciones”, un título que surgió por el modo de trabajar de la artista. “Me vienen las ganas de pintar y llegan las imágenes, que son plantas y raíces, porque es una manera de trabajar inconsciente, no parten de una idea previa”, explicó la pintora, quien reconoció que cuando llega ese momento no profundiza ni analiza en detalle.
Franco tampoco es de retocar las obras una vez terminadas, lo que la empuja a hacer una fuerte evaluación previa de los colores y las formas técnicas.
Algunos de sus cuadros se pudieron ver en exposiciones que hizo en la Casa de las Culturas de San Luis, en algunas ferias artesanales, en La Papelería y en Panacea, donde expuso por primera vez.
De chica, Valeria estudió dibujo y pintura en el conservatorio, lo que le dio una práctica incesante. “He dibujado y pintado de todo en el momento de formación, pero ahora hago lo que me gusta”.
En lo que reconoce como un momento de rebeldía adolescente, Franco abandonó la pintura momentáneamente, pero después retomó de manera autodidacta. “Tengo un título pero su alcance es bastante acotado. Lo que hace que hoy trabaje de la manera en que lo hago es lo que aprendí por mi cuenta”, señaló.
Los ratos de inspiración que recibe Valeria en su arte pasan –según dijo- por varias etapas. “La primera es de gran entusiasmo. Pero como se da de manera inconsciente, me parece que es hermoso y después no tanto. Mis cuadros son con contenido emocional”, reconoció.
La artista –que dicta un taller que en julio llegará a la exposición, también en el Centro Cultural Puente Blanco- dijo que trata de cambiar de temática cada tanto, pero siempre termina de surgir el mismo estilo. “Me gusta lo abstracto pero no puedo abandonar la figuración, la combinación de colores. Las formas indefinidas de lo abstracto pueden sugerir pero no definir”.
En la casa de Valeria, en Potrero de los Funes, hay creatividad permanente. Su marido es artesano y, por fin, sus dos hijos dejaron de pintar en las paredes para volcar sus garabatos al papel. Para la mujer, la actividad de los chicos es que lo absorbieron en su vida, de tanto ver a sus padres trabajando con arte.
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