Aún no saben quién le causó la muerte a Jair Luchessi

Pasaron tres días de su muerte. Según una fuente policial, el sumario ya tiene más de 100 fojas y todas las pruebas y testimonios allí plasmados dibujarían sólo un camino para explicar cómo murió Jair Luchessi, un pequeño de un año y nueve meses de Villa Mercedes. Pero, por el momento, todas serían conjeturas y los investigadores no quieren adelantarse a las posibilidades. Por eso, ayer citaron a declarar a la madre del nene y a su pareja y se llevaron, de su domicilio, algunos elementos que podrían ayudar a entender lo que pasó la tarde del lunes. 
El porqué está. Según afirmó el juez de Instrucción N° 2, Leandro Estrada, en base a lo que reveló la autopsia realizada por la forense Alba Pereyra, el nene murió de un "shock hipovolémico de origen traumático en el abdomen”. O sea, sufrió una hemorragia incontenible en esa parte del cuerpo. El magistrado confirmó que Jair también evidenciaba golpes en los bracitos y una fractura en el maxilar. 
Todo ese panorama sembró las dudas sobre cómo el chico llegó a ese estado. La primera medida que ordenó el juez fue una revisión ocular en Lamadrid al 256, la casa del barrio San Antonio donde residía el nene junto a su familia.
La inspección fue el martes, empezó casi a las 11 y terminó pasadas las 15. En la precaria vivienda,  el magistrado y los policías hallaron elementos que podrían guardar vinculación con el deceso de Jair, refirió Eduardo Ávila, el jefe de la Seccional 8ª. Pero aclaró que no puede brindar más precisiones sobre esas pruebas.
A un margen de los motivos por los que se allegaron a la casa, los investigadores encontraron otros elementos que dieron pie a otra causa.
Otra de las disposiciones fue interrogar a las personas que conocían a la víctima y su entorno. Entre parientes, amigos y allegados a  Liliana Luchessi, su madre, y Bruno Pacheco, la pareja de ella, ya declararon más de 15 testigos, informó una fuente. "Los testimonios son bien amplios y han aportado mucho a la causa. Todos aportan un indicio", aseguró. 
Según señaló otra fuente policial, la declaración de Griselda Pérez, una vecina de Lamadrid al 256, sería clave. La mujer de 19 años le contó a El Diario que Liliana maltrataba al bebé y que, cada vez que podía, el chiquito se escapaba a su casa, porque no quería estar con su mamá. "Todos los días, sobre todo a la noche,  oíamos cómo el chico lloraba y cómo la madre le gritaba. A veces hasta escuchábamos las cachetadas que le daba. Siempre lo veíamos con la cara llena de moretones y quemaduras de cigarrillos en el cuello", denunció. 
Consultada por El Diario, Marcela, una de las hermanas de Liliana, dijo que la mujer de 26 años "está muy mal" y que "lo único que quiere es matarse". 
Los peritos le entregaron el cuerpo del chico a su familia recién el martes alrededor de las 22. El velatorio fue en Casa Grassi. Ayer, a las 11, parientes y conocidos se encaminaron hasta el Cementerio Municipal de Villa Mercedes, para darle al nene el último adiós.