Frente a cualquier emergencia, los habitantes de Saladillo tenían dos opciones: salían hacia el norte de la provincia y recorrían treinta kilómetros hasta llegar al hospital de La Toma, o atravesaban sesenta kilómetros, hacia el sur, hasta la ciudad de San Luis. Pero desde ayer, la construcción de un centro de salud, lleva tranquilidad a los hogares de la localidad. “Hace un tiempo la atención primaria era proporcionada en el edificio de la Municipalidad. Ahora los vecinos pueden concurrir específicamente a hacerse atender por una médica, especialista en tocoginecología que estará acompañada por una enfermera y un odontólogo. Los servicios son más completos”, explicó el ministro de Salud, Gastón Hissa, sobre el edificio que está ubicado a la entrada del pueblo, a pocos metros de la ruta provincial N° 20, Autopista El Saladillo.
"El edificio está pintado de azul y celeste, adentro hay una guarda de venecitas multicolores”
El grupo de trabajo, que atiende todos los días, está formado por la directora del centro, la doctora Silvia Rivarola, quien además se ocupa de atender la zona rural que está integrada por los parajes La Totora, Los Membrillos, San José de los Chañares , Los Manantiales y Mármol Verde; el odontólogo que atenderá las consultas es Osvaldo Leyton; la única enfermera que asiste es Leonor González y los choferes a cargo de la ambulancia son Ramón e Isaías Becerra.
El total del equipamiento médico y odontológico, mobiliario y electrodoméstico costó 174.374,93 pesos.
“Específicamente el dinero se utilizó para comprar las camillas, el sillón odontológico, los rayos X, los accesorios y el instrumental complementario, los estetoscopios, las lámparas de examen rodante, el carro de curaciones y el de reanimación cardiopulmonar, un nebulizador, los tensiómetros, una silla de ruedas, las balanzas y los negatoscopios, entre otros elementos”, detalló Hissa y agregó a la lista de dispositivos a las heladeras con frezeer, otra con termómetro para vacunas; un televisor led de 32 pulgadas; un microondas y un lavarropas. Más los escritorios, una biblioteca; sillas giratorias, tándem de tres cuerpos e individuales; una vitrina; una mesa de reuniones con una pizarra; y estanterías metálicas para colocar elementos de trabajo.
“El corredor principal vincula cada sala y está diseñado de tal manera que los patios de luz iluminan cada rincón”, dijo el ministro de Salud.
El edificio cuenta con una sola planta en la que están ubicados tres consultorios, uno médico, uno odontológico y otro ginecológico con un baño privado; más la enfermería y los sanitarios públicos. También hay espacio para la oficina de administración, un estar equipado para que los médicos y el personal descansen. Además, el centro de salud cuenta con un hall de ingreso y una sala de espera.
“El edificio está pintado con azul y celeste, en las paredes de adentro hay una guarda de venecitas de múltiples colores que hacen juego con el exterior”, explicó la arquitecta María Pía Pollio, quien pensó en una construcción que denotara sobriedad, simpleza, y austeridad; e incorporó al diseño aberturas pequeñas para los locales donde se requiere de limpieza, seguridad e higiene.
“Busqué que la obra fuese íntegramente funcional, con las dimensiones que se necesitan para brindar un buen servicio sanitario. Saladillo es pequeño, entonces en el hall se resolvió todo de manera práctica”, dijo Pollio, quien además tuvo en cuenta para el proyecto un estacionamiento con capacidad para dos ambulancias.
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