El Día del Padre, que se celebra el próximo domingo, puede ser una oportunidad de ventas para los comerciantes y sobre todo ante la baja actividad del sector de los últimos meses, por eso los que están en el microcentro, le pidieron al intendente Enrique Ponce que no corte las calles para improvisar una peatonalización y que, además, los conductores puedan estacionar sobre plaza Pringles.
Consideraron que las ventas cayeron de un 50 a 70 por ciento con respecto al año pasado.
La carta, presentada a mediados de semana, cuenta con 100 firmas de negocios ubicados alrededor del kilómetro cero de la ciudad de San Luis e inclusive, por comercios que están ni a media cuadra del edificio de la Comuna. Las rúbricas fueron juntadas en un día y medio. Alrededor de la plaza hay 40 negocios.
El pedido no especifica un tiempo determinado, aunque los autores de la idea explicaron que siempre se aplican entre una semana antes de una celebración o, sobre todo, los viernes y sábados.
“Siempre, para las Fiestas, peatonalizan Pringles desde Colón hasta San Martín y eso no da resultado. La gente no camina por las calles. Hay una crisis económica y no queremos que se perjudique más el negocio”, argumentó un vendedor de indumentaria, quien pidió reservas por temor a sanciones del Municipio.
“En contra del imaginario de algunas personas, las trabas al ingreso de vehículos sumado a las restricciones al estacionamiento y cortes de calles complican el normal desenvolvimiento de nuestra actividad y minan el humor social”, aseguraron a través de la presentación. Consideraron que las ventas cayeron de un 50 a 70 por ciento con respecto al año pasado. “De hecho uno de los comercios más tradicionales de San Luis se fundió”, dijeron en referencia a un local vacío que está al lado del Colegio Nacional.
Al menos tres comerciantes consultados coincidieron en que a “la gente no le gusta caminar” y que si deben estacionar a cuatro cuadras del local, las ventas caen.
Para ellos, las ampliaciones de veredas no generan el efecto de traer mayor cantidad de clientes y consideraron que el problema es “de tránsito, no de peatones”. “En San Luis no son 18 millones de personas que van por la calle como en Nueva York. Nadie las utiliza, no sirve cortar”, ratificó ofuscado el propietario del comercio de ropa masculina de marca.
Esta iniciativa surgió de los vendedores de manera aislada ya que aseguraron que la Cámara de Comercio no los representa porque defiende los intereses de la Municipalidad: Hugo Pringles Mendez es padre del secretario de Hacienda, Esteban Pringles. Este medio intentó comunicarse, sin éxito, con los miembros de esa institución.
“Artesanías Tata Inti” está ubicado sobre San Martín, al frente de la plaza. Su dueña, Liliana Pérez, opinó: “El centro está muerto y más con los arreglos de calles. Acá sólo ves taxistas, los únicos que andan por esta zona porque ves gente nomás donde hay bancos. El resto de los comerciantes estamos fritos”.
La empresaria dijo que el viernes tuvieron algunas ventas pero que el jueves, “no había nadie”. “El Día del Padre siempre es más triste que el de la Madre, en cuanto a las compras. Uno siempre tiene que estar preparado para comercializar”, argumentó.
También hay otros que apoyaron esta iniciativa aunque estimaron que la libre circulación de autos no garantiza más ventas. “A esta altura del año pasado yo no estaría sentada tomando un cafecito”, comentó una empleada de una tienda de ropas ubicada sobre San Martín, a 15 metros de la Comuna.
“Haya corte de calles o no, la gente viene a comprar igual. Es cierto que este año no tenemos tantas ventas como el año pasado. La mayoría de los clientes siempre esperan hasta el último día para comprar”, concluyó la vendedora.
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