La hinchada argentina resultó la mejor del Mundial, por su número de seguidores pese a la distancia, el ingenio y el aliento constante, pero no le sirvió de consuelo porque la tristeza y la desilusión la embargó con el título alemán.
Hubo 74.738 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro para vivir in situ la definición del certamen ecuménico de Brasil 2014, y entre ellos unos 30 mil argentinos que vibraron a lo largo de todo el partido y pese a no ser mayoría como en otras ocasiones, igualmente se las arreglaron para sobresalir del resto.
Empero, a minutos de que se terminará el alargue y llegara una posible definición por penales, la conquista de Mario Goetze cayó como un balde de agua fría para los `albicelestes`, que vieron como se derrumbaba la ilusión de ganar la tercera Copa del Mundo.
La tristeza, en este caso para los argentinos, no tuvo fin, porque se fue por tierra el sueño que forjaron hace más de un mes y del que estuvieron a pocos minutos de poder dirimir al menos desde los 12 pasos. Les quedó el hecho de haber demostrado ser la mejor hinchada del mundo, pero eso al final tuvo sabor a poco.
Télam.


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