Comercios reclaman por el corte de calles en el centro

Los comercios del centro de la ciudad aseguran que los cortes de calle por el trabajo de ensanchamiento de veredas que realiza la Municipalidad de la capital les trajo una baja en las ventas. Según comentaron los locales de la calle San Martín, entre Belgrano y Pringles, la construcción tardó varios meses y fueron los más perjudicados ya que debieron cerrar sus puertas algunos días. Los que están en la calle Belgrano, entre San Martín y Colón, explicaron que allí la obra fue más rápida pero igual generó molestias en los clientes. Actualmente la zona ya está casi terminada, pero continúan las calles cortadas.

Hace unas semanas unos cincuenta comercios presentaron una nota en la Municipalidad para pedir que se revea la posibilidad de poder estacionar en la plaza Pringles, pero aún no obtuvieron una respuesta.

“Yo tuve que cerrar por diez días más o menos, porque era tanto el lío mientras construían que no entraba nadie. Bajaron muchísimo las ventas desde que empezó la obra, y ahora sigue igual, repuntó un poco pero no como antes, ya que al no poder estacionar los clientes no vienen. Además a mí me perjudica mucho, necesito bajar cosas del auto y no puedo, no te dejan parar ni un rato, y es común que en los comercios se traiga o lleve mercadería”, dijo Andrea, del local Claro, que está por San Martín antes de Pringles. Si bien admitió que la obra embelleció el lugar, no sirvió para atraer más compradores. Además contó que un día hasta quisieron sacarle el cartel del comercio sin autorización. “Me encontré con gente de la obra que querían bajar el cartel, no los dejé porque no había ningún pedido formal ni mi aprobación”, expresó.

“La mayoría de los comercios están en contra, aunque hay algunos que están de acuerdo con los cambios. Pero estas obras lo único que lograron es seguir entorpeciendo el tránsito. Imaginate si para ir al shopping el cliente tuviera que estacionar a diez cuadras, no iría nadie. Con el centro pasa lo mismo, si la gente no puede acercarse, ¿de qué sirven las veredas anchas? Es cierto que se está embelleciendo, pero la gente está incomoda, no hay dónde estacionar, ni cómo circular. Es muy lerdo, los posibles clientes evitan venir al centro”, explicó un propietario de un negocio de ropa ubicado en calle Pringles casi San Martín, en referencia al corte de calles y a la prohibición de estacionar en la plaza y en calles aledañas.

La dueña del local de ropa Bendita, que queda por la calle Belgrano, vivió dos experiencias, ya que posee otro comercio del mismo rubro ubicado por San Martín, llamado Osadía. “A mí me gusta que la gente ande caminando, me parece bien. Puede ser que haya menos compras, pero lo atribuyo a la situación económica. En esta calle (por Belgrano) la obra fue rápida, tuvimos que cerrar unos días pero no influyó mucho económicamente, en cambio en el otro local sí bajaron mucho las ventas, demoraron mucho con la construcción”, dijo.

En Tiza, situado en San Martín explicaron que no tuvieron problemas porque se manejan con una clientela fija desde hace quince años. “Sí cuando estaban en plena obra los clientes se quejaban por la tierra y la incomodidad para entrar, pero no nos vimos tan perjudicados”, contó la encargada.