Antes de comenzar su discurso a bordo de un vagón chino de una de las nuevas formaciones que circulan desde hoy en el Ferrocarril Sarmiento, la presidenta Cristina Fernández generó con tono de broma un comentario poco feliz sobre un eventual accidente, que enmarcó en un carraspeo de circunstancias. "¿Todos están ubicaditos? Miren que tenemos que hacer rápido porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos...", dijo con una sonrisa al auditorio que estaba sentado en el vagón, segundos antes de hacer ella misma un silencio sepulcral que dejó más en evidencia el desliz.
Luego, ya embalada, la Presidenta intentó corregir sus propios dichos alabando el sistema de frenado de los nuevos trenes, factor que generó de dos años a esta parte varias tragedias encadenadas en Once y Castelar.
Y refutándose, dijo: "El sistema de frenado no depende ya del motorman solamente, sino que como está conectada la locomotora con todo el sistema de señalización a lo largo de todo el trayecto, cuando hay una luz colorada prendida dos estaciones anteriores, el tren se frena automáticamente".
DyN.
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