Holanda gana en cantidad pero Argentina en calidad

De no ser por el título que perdió en 1978 a manos de Argentina, Holanda podría considerarse la sombra negra que tiene la albiceleste.
Aquella victoria en la final del Mundial '78, con dos goles de Mario Kempes y uno de Daniel Bertoni, con empate transitorio de Dick Naaninga, fue la única alegría que le cedió Holanda.
Aquel equipo llegó a la Argentina con grandes figuras como Johann Neeskens, Johnny Rep, Ruud Krol o Rob Resenbrink, pero sin la maravilla de Johan Cruyff, quien había sido la batuta de la "Naranja Mecánica" que sólo defeccionó en el partido final de Alemania '74. Tampoco estaba el exquisito Wim van Hanegem, lugarteniente de Cruyff.
Cuatro años antes, el 26 de junio de 1974, con toda la orquesta a pleno, Holanda había pasado por encima a una Argentina con nombres de rico fútbol pero sin una organización como corresponde a un Mundial. El técnico Vladislao Cap había asumido poco tiempo antes de partir a Alemania. En ese partido, bajo la lluvia de Gelsenkirchen Cruyff se paseó con el lujo que deseó y el 4-0 fue tan piadoso que la victoria "naranja" pudo haber sido por el doble. Dos goles de Cruyff, uno de Krol y otro de Rep asestaron la dura derrota.
Un mes antes, en un amistoso en Amsterdam, en la preparación de ambos para el inminente Mundial, Argentina ya había probado la medicina con otra goleada por 4-1.
Mientras Argentina empezaba su despedida que iba a confirmarla un partido después ante Brasil (1-2), en el país agonizaba el presidente Juan Perón, quien murió seis días después.
Así como en el Mundial '78 la dictadura había hecho estragos en miles de familias, con la muerte del líder justicialista se gestaban las listas negras y matanzas de la Triple A, a cuyo mando estaba José López Rega, ministro de Bienestar Social de Isabel Perón, y que iba a continuar y a potenciarse con Videla, Massera y los terroristas ejecutantes desde el Estado.
Tras algunos amistosos, volvieron a encontrarse en Marsella, durante el Mundial de Francia '98, parejo durante todo el partido. Kluivert anotó para los holandeses, y rápido empató Claudio López. Pero, faltando poco para el cierre, Ariel Ortega se hizo echar por una reacción violenta, y el equipo lo sintió. A uno del final, falló la defensa, le dieron un metro al gran goleador Denis Bergkamp y Argentina sacó boleto de vuelta.
Luego, se volvieron a encontrar en Alemania 2006, cuando se enfrentaron por la fase de grupos y empataron 0 a 0.