Para los vecinos del barrio Independencia el panorama es habitual y ya forma parte de su diario vivir. Tanto, que con naturalidad comentan que a pesar del olor que emanan los líquidos cloacales, se acostumbraron a cerrar la puerta de las casas y evitar salir a la vereda. Al noreste de la ciudad, por la calle Vicente Dupuy y Rufino Barreiro, hay un derrame de efluentes cloacales que, a pesar que reclamaron a Obras Sanitarias Mercedes (OSM) a principios de la semana pasada, es un problema que ya lleva más de quince años, desde que fue construido el barrio.
"Vivo hace 18 años y, por más que no llueva, está continuamente tirando líquido de cloacas; cuando hace calor es impresionante el olor que hay, tenemos que encerrarnos en la casa", comentó Lucio Muñoz, uno de los residentes.
Apenas a unos cien metros de donde el gobierno provincial construye las nuevas viviendas, el hedor hace irrespirable el aire, más aún cuando sale el sol. Desde la boca de registro de la esquina los líquidos cloacales fluyen y corren hacia el este hasta que coinciden con la arteria Amaro Galán, donde también hay otra boca en el mismo estado: desbordada.
"Tuvimos los primeros reclamos el martes y estuvimos trabajando el sábado y domingo. Ese sector tiene pozos de bombeo, entonces cuando cae la tensión eléctrica las bombas de dejan de funcionar y se generan los rebalses, en especial en esta época de altas temperaturas en las que utilizamos más el aire acondicionado, la empresa de energía no da abasto y lo primero que cae es la tensión y con ello las bombas no funcionan", explicó el ingeniero Harold Bridger, coordinador técnico de OSM.
Los derrames son constantes y no sólo afectan al barrio Independencia sino que también lo sufren
Más Noticias