Pablo llamó al 911 porque vio que le estaban rompiendo el vidrio del auto y nunca lo atendieron. Su caso es uno de los tantos en que alguien usó el teléfono por una emergencia, confió en que llegaría ayuda, pero no sucedió así. Diariamente decenas de puntanos deben convivir con la duda de que si algo les sucede, el número del Centro de Atención de Emergencias los atenderá o no.
Nicolás Anzulovich, jefe de Innovación Tecnológica del Gobierno, reconoció que el sistema tiene muchas dificultades para que alguien responda ante un llamado, pero afirmó que no es problema de la Policía. Dijo que corresponde al servicio de telefonía celular. “Son las empresas las que no enrutan las llamadas que los usuarios hacen al servicio de emergencias. El teléfono suena pero parece que nadie atiende o hay casos en que lo hace una dependencia policial de otra provincia”.
Anzulovich explicó cómo funciona el sistema. “El 911 es más un número virtual. Alguien llama y de acuerdo a la posición geográfica donde se ubica la persona, la empresa telefónica debe enrutar la llamada a un número asignado por nosotros”.
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