Los hermanos Cherif y Said Kouachi, de 32 y 34 años, acusados de haber provocado la masacre en la revista Charlie Hebdo estuvieron atrincherados, durante nueve horas, con un rehén en una fábrica al noreste de París y murieron en un operativo de la Policía francesa.
La unidad de élite de la gendarmería dio el asalto en Dammartin-en-Goële, a unos 40 kilómetros al noreste de París, en la empresa donde los hermanos Said y Chérif Kouachi habían tomado una persona como rehén.
Los hermanos franceses de origen argelino murieron al salir disparando del lugar, según la Policía. El rehén fue liberado sano y salvo, mientras que un miembro de las fuerzas de élite del GIGN resultó herido.
Casi al mismo tiempo, moría en otro asalto de las fuerzas del orden un hombre presuntamente vinculado a estos yihadistas, que había tomado a por lo menos cinco rehenes en una tienda kósher en el este de París. Antes de que los agentes pudieran entrar en la tienda el hombre logró provocar varias detonaciones.
La toma de rehenes fue atribuida a Amédy Coulibaly, delincuente reincidente de 32 años ya condenado en un caso de extremismo islámico y que había conocido a Chérif Kouachi en la cárcel, donde los yihadistas se radicalizaron. Además del secuestrador, murieron cinco personas durante el violento hecho.
Agencias
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