Las ráfagas de viento que soplaron en la capital cerca de las 16 de este miércoles, sorprendieron a un grupo de puntanos en pleno centro de San Luis.
Miriam Aguirre estaba en el consultorio de su dentista, ubicado sobre calle Lavalle, cuando un hombre advirtió a los pacientes. A pocos metros de allí, en Lavalle e Ituzaigó, un árbol había caído sobre un Chevrolet Corsa gris. “El señor entró y preguntó por el dueño del auto. Salimos y vimos que una parte del árbol había quedado sostenido por un cable de energía eléctrica y otra sobre el Corsa, la raíz estaba seca”, describió la mujer.
Aguirre contó que los vecinos de la zona llamaron a la policía y también a la Municipalidad. Cuando el camión con empleados de la Comuna llegó, ya eran varias las personas alertas que rodeaban la escena. La mujer detalló que los trabajadores cortaron el árbol en varias partes y después lo cargaron. “No sé cómo sacaron el auto, tampoco si encontraron al dueño. Pero fue un verdadero milagro: el Corsa no sufrió ningún daño. Es increíble”, dijo sorprendida.
A las 16:45 Miriam salió del dentista. Ya no había rastros del vehículo ni del árbol. El propietario del Chevrolet tuvo un golpe de suerte, un cable que trasmite electricidad “hizo fuerzas” para que el vehículo no sufriera roturas ni daños.
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