Muchas mañanas uno se levanta para ver si salió el sol, pero nada. De ahí depende incluso el humor con el que uno viene a trabajar”. Rubén Villar es uno de los tantos dueños que esperan la verdadera llegada de la primavera, más allá del calendario. En su mayoría, los comerciantes apuntaron contra el frío, y, en menor medida, contra las elecciones, como las causas de un mes "congelado" en las ventas.
“Son las 11:05 y estamos charlando tranquilamente, cuando antes eso era imposible por la cantidad de gente que había. Es decir, es un desastre, hay muy poco movimiento. Y esto tiene que ver con el clima, porque casi nadie sale cuando hace frío. Entonces, ya no tenemos más al nene que se tomó un helado, se manchó la remera, y la madre busca urgente una para cambiarlo. Ese consumo diario bajó, al igual que para las fiestas. Como seguimos con temperaturas bajas, en vez de comprar la chomba nueva, se le pone algo arriba que ya tenía y listo”, lamentó Patricia Segui, propietaria de un local de ropa para niños, quien dijo que la semana previa a las elecciones “fue de terror”. La comerciante despachó durante estas semanas las últimas prendas de invierno que tenía, cuando años anteriores ese remanente siempre quedaba en cajas.
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