En una innumerable cantidad de fotografías, pancartas y panfletos, publicados en las redes sociales, repartidos en la calle o exhibidos en campañas televisivas, explican los efectos nocivos que produce la pirotecnia en los animales. En San Luis ya son cuatro las ciudades que cuentan con una ordenanza que prohíbe el uso particular, la venta, la tenencia, la fabricación, la comercialización y el depósito de todo tipo de artefactos que se utilizan para anunciar la llegada de la Navidad y el Año Nuevo especialmente. En La Punta, Villa de Merlo, Juana Koslay y Villa Mercedes, los oídos de las mascotas pueden descansar.
“En estos días tenemos en la calle inspectores de las áreas de Bromatología y Zoonosis. Están abocados a controlar que no vendan pirotecnia, porque está prohibido. En estos momentos están repartiendo notas informativas, en las que además se recuerda a los vecinos sobre esta prohibición”, especificó el intendente de La Punta, Martín Olivero, quien agregó que no espera que existan problemas ya que en la ciudad los vecinos y los comercios conocen la normativa, y en su gran mayoría, la respetan.
En Juana Koslay rige la ordenanza Nº 633 del año 2013, también prohíbe la fabricación, la tenencia y la compra de cualquier tipo de fuegos artificiales. “Desde que rige esta normativa tenemos en cero todas las actividades referidas a la fabricación y venta de explosivos. El uso particular disminuyó en un sesenta por ciento, apuntamos a que este año las estadísticas nos indiquen un cien por cien”, aseguró el jefe de Programa Comercio, Industria y Transporte, Fernando Salonia, quien explicó que es muy difícil controlar cuando la gente adquiere los productos en la ciudad, pero para esos casos cuentan con inspectores que realizarán las sanciones que correspondan.
“Si en un comercio habilitado encontramos pirotecnia, la multa va de 400 a 4.000 pesos, se le incauta la mercadería, se clausura del local y lo inhabilitamos durante un tiempo que puede ser de 15 a 45 días; si reincide se puede llegar a cerrar definitivamente el local”, especificó Salonia y opinó que es necesario que otros municipios se sumen al deseo de tener unas fiestas sin explosiones, ni ruidos.
En Merlo la normativa rige desde hace cuatro años. El secretario de Gestión Territorial de la Municipalidad, Roberto Otalvarez, aseguró que la aplicación de la legislación es mucho más sencilla cuando la gente está de acuerdo con ella.
“Los explosivos también producen incendios y en plena sierra pueden llegar a ser terribles. La ordenanza Nº 523 de 2012, dice que quien incurra en la comercialización, tenencia, guarda o depósito de elementos prohibidos; será reprimido con una multa de 100 y mil litros de nafta súper de mayor octanaje. Para quienes reincidan se les aplicará una multa del doble, con clausura temporal, si hay una tercera vez el doble de la primera, más la clausura definitiva”, explicó el funcionario y opinó que toda la fauna se ve afectada por la pirotecnia, por los ruidos, los incendios, los accidentes y la comercialización.
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