"La Mocosa" debutó en San Luis

Con 15 años encima, un nombre tributo a sus favoritos y como soportes a los referentes del estilo en la provincia, los de “La Mocosa” se despacharon en su debut local con bastante rock, blues y reggae.
La nueva tendencia en las previas a los recitales es hacerlas arriba del auto, por eso hubo pocos en las veredas, pero los pudientes disfrutaron la comodidad de un asiento y un stereo con banda de sonido propia. Cuando sonó el primer tema de “La Piedra”, los de la previa remataron los envases etílicos para disfrutar del baile rollinga en Panacea Bar.
La audacia de los puntanos fue comenzar con un estreno, “Ella” (hicieron dos más, “Country” y “Días”). Al tercero, “Hasta cuando”, se armó revuelo stone en el escenario, con Lucas Piríz -voz- custodiado por las guitarras gemelas de los hermanos Santiago y Julián Pereyra. Y frente a ellos, algunas fans desmedidas.
Como un rito, el riff cortante anticipó el final, que llegó con “Un poco de suerte”, en espera de los centrales, reunidos en camarines. “La estamos pasando bárbaro, entre la gente y las notas”, reconoció el cantante mocoso Juan Pablo García Soldi, con una hoja de ETC en sus manos: la recortaron del diario que estaba en una pizzería. 
“Vamoó la mocoó”, recitó la popular como un mantra hasta quedar afónicos y fue el inicio de una ceremonia privada, con palmas y agite donde la banda respondió toreando con la batería de “Faca” Barrios D’Angelo mientras las guitarras de Juan Caro y “Juampi” García Soldi sonaron asesinas en los primeros temas, “Canalla”, “Tanto tiempo” y “Como ayer”.
El cantante, entre sorprendido y atento sólo dijo “gracias por esperarnos tanto: ahora vamos a tocar para ustedes” y arremetió con una seguidilla de hits propios, “Truco absurdo”, “Oídos sordos” y “Tumbero”.
Faltaron trapos pero no se extrañó el pogo delante del grupo, con palmas y saltos, con revoleo de remeras y chicas en hombros.
Locuaz estuvo “Juampi” con su público. “Muchas gracias por el cariño, la estamos pasando muy bien, es increíble que lejos de casa nos traten tan bien”, dijo mientras filmaban la escena, algo preocupados en la imagen más que en el golpe musical. “Gracias, brother”, dijo el cantante al regalo de una botella fresca. El tercer Juan del grupo, el “Pety” Casas, sacudió su bajo.
Después de algunos rocanroles llegó el momento de la distorsión que explotó al final, predecible pero no menos excitante.  Los asistentes se arrojaron al vallado para desarticular los últimos momentos del show, con “Tipo sabio” y “Sucios recuerdos”. Entre abrazos y fotos de rigor, bailando se fue la noche.