Una cadena de irregularidades, incumplimientos, controles que llegaron a destiempo y un conflicto de poderes entre el Municipio y el Juzgado de Faltas terminaron en el pedido de clausura de la obra del edificio de 6 pisos que el Fideicomiso GEPU 1 iba a levantar dentro del terreno del Club Gimnasia, donde las mayores damnificadas fueron las cinco viviendas linderas. Cuatro de ellas ya perdieron sus paredes medianeras: Rossana Carletti (Las Heras 942) y dos de Artemio Chávez (Las Heras 654 y 948), más Pablo Correa (Rivadavia 1245) quien además tiene apuntalada la mitad de la pared con cuatro pilares de madera porque está totalmente vencida. También se le formó un túnel bajo el patio de la casa que, de persistir las lluvias, puede sufrir un derrumbe con consecuencias no calculadas. El único muro medianero que por ahora no está afectado es el del local comercial (Rivadavia 1250) que tiene su fondo contra la única pared que levantó el fideicomiso y que todavía no se cayó, aunque un paño sí se desmoronó y entre una y otra pared se está socavando la tierra por acción del agua.
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