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Claves de la denuncia de Nisman, que usó Pollicita para imputar a la Presidenta

Por redacción
| 13 de febrero de 2015

La denuncia que realizó el fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman antes de su muerte, que derivó en las imputaciones que hizo hoy el fiscal Gerardo Pollicita a la presidenta Cristina Fernández y a otros funcionarios y allegados al Gobierno, aseguraba que "la decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní" en la causa AMIA, "judicialmente declarada crimen de lesa humanidad", fue "tomada" por la Presidenta e "instrumentada principalmente" por el canciller, Héctor Timerman. El fiscal Nisman había estimado que la decisión presidencial "constituye un accionar criminal configurativo, a priori, de los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal agravado, impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público".

 


La investigación de Nisman, que cataloga su denuncia como una "confabulación criminal", toma sus primeras 24 páginas para referir lo que llamó "la existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa (que investiga el atentado a la mutual judía), para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la Justicia argentina, con competencia en el caso".

 


En otro tramo, Nisman señaló que "la decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní... fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, la Dra. Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner e instrumentada principalmente por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman". Luego, el fiscal Nisman planteó que "de las contribuciones concretas y específicas de la señora Presidenta que se han podido acreditar con sólido sustento probatorio, surge con claridad que no solamente fue quien decidió la articulación de este plan criminal sino que para ello se valió de distintos actores para llevar adelante su ejecución y en todo momento estuvo en control de la misma". También se refirió a la "activa participación criminal... y colaboración de terceros" y allí sumó, debido a que "las pruebas examinadas revelan la intervención activa en el plan encubridor de varios sujetos con distintos grados de participación y responsabilidad" a Luis D' Elía y Fernando Esteche, al dirigente islámico Jorge "Yussuf" Khalil y al diputado nacional Andrés Larroque.

 


En la denuncia fueron mencionados, además, el ex juez Héctor Luis Yrimia y un supuesto espía al que identificó como "Alian", quien, "ha desempeñado un rol por demás relevante en los hechos, que responde a la secretaría de Inteligencia y según lo sugieren los indicios obtenidos, se trataría del señor Ramón Allan Héctor Bogado". En el escrito Nisman destacó como parte de la "maniobra delictiva denunciada" el papel jugado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, de quien pidió investigar "el rol exacto que le cupo a ciertos individuos respecto de quienes, prima facie, se cuenta con elementos que permiten colegir que no resultan ajenos a la maniobra delictiva denunciada".

 


Según Nisman, "los pasos y avances del plan criminal fueron comunicados no sólo a las autoridades iraníes, sino también a uno de los prófugos de la causa AMIA, Mohsen Rabbani, quien participó de negociaciones comerciales con las autoridades argentinas involucradas en este plan e intervino en las tratativas dirigidas a garantizar su propia impunidad". Sobre las escuchas se registran comunicaciones de Khalil con Teherán, donde se menciona la "necesidad" de petróleo de parte de la Argentina y de "granos" por parte de Irán. También se plantea en otra escucha que se pretende el levantamiento de las "alertas rojas" de parte Interpol y se ventilan internas entre Timerman y De Vido.

 


Nisman había destacado los "rechazos de plano" que había tenido el ex presidente Néstor Kirchner a las propuestas de Irán para "acordar una salida políticamente negociada" a la causa AMIA. El fiscal resaltó que la postura del Gobierno en torno al atentado "sufrió un cambio radical, a partir de la decisión de la actual Presidenta de avanzar en un plan encubridor que permita a los imputados eludir y sustraerse definitivamente al accionar de la Justicia a efectos de facilitar, entre otros fines, el intercambio comercial a nivel estatal con la República Islámica de Irán".

 


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