Reinas del Carnaval de Río en San Luis: dos diosas con su trono bien ganado

Camila Partenza y Mariana Jofré son dos de las bellezas puntanas que animarán el carnaval. La belleza, la simpatía y el vestido blanco y corto que eligieron para la producción de fotos con ETC. son algunas de sus coincidencias. Sus funciones en la estructura de las carrozas y en el desfile carnavalesco, algunas diferencias.
Por lo pronto, Camila fue la profesora de Mariana en la escuela de samba de Sierras de Carnaval. Si bien la alumna tenía por entonces algunas dificultades por su pasado en el aero salsa y el reggaetón, con el tiempo se convirtió en la experta que es ahora. "Empecé en julio y recién en noviembre sentí que podía bailar samba", recordó Mariana.
Sin embargo, Partenza reconoció desde un primer momento el potencial de Mariana. "Al poco tiempo le pedí que fuera a hacer unas promociones del carnaval", dijo Camila y recordó la época en la que tenía a cargo esa labor.
Es que, a los 19 años, Partenza -nació en Nogolí, radicada en Mendoza- es toda una veterana de las fiestas de marzo. Tiene presencia perfecta en las seis ediciones y fue ascendiendo hasta convertirse en la reina de la batería, un puesto que la llevó dos veces a Brasil, una de ellas para pasar en el mítico sambódromo.
Mientras hace como puede las materias del profesorado de educación física, Camila da clases de baile y promociona el carnaval por todo el país. "Conocí lugares que jamás pensé que iba a conocer", dijo la chica que prefiere las redes sociales y el cine (la última película que vio fue "50 sombras de Grey" y no le gustó) antes que la televisión.
Con tantos desfiles en su haber, Partenza tiene miles de anécdotas que contar. Desde llegadas sobre la hora a encabezar la batería a roturas de media en mitad de la pasada que la obligaron a arrancarla de cuajo con vestido y todo.
Su rostro redondo, sus dientes blanquísimos y sus piernas eternas la llevaron a ser la cara del carnaval, la figura con la que se promociona la fiesta.
La experiencia de Jofré es bastante más acotada: ésta será su segunda participación como reina de la escuela Sierra de Carnaval, un cargo que le permite ser parte de la corte y abrir la fiesta.
Mariana nació en Río Cuarto pero a los cinco años ya estaba en San Luis por el trabajo de su padre, militar. Justamente fue don Jofré quien al principio no vio con buenos ojos la actividad de su hija, pero con el tiempo fue cediendo. "Entendió que no estamos allí solamente para mostrar el cuerpo, que podemos dar un mensaje mucho más profundo", señaló la bailarina que tiene una familia que se completa con su madre ama de casa y un hermano de 14 años.
Egresada de la Escuela Modelo y con infancia y actualidad en el barrio Los Paraísos, Mariana se propuso estudiar en la universidad. Empezó Ciencias de la Educación, ahora se cambió a la Licenciatura en Producción de Radio y Televisión, mientras espera este año terminar de cursar como agente sanitario en el Instituto de Formación Docente.
Como si fuera poco, de lunes a viernes, le da clases de baile a más de 200 personas. "Estamos todos muy entusiasmados por lo que vamos a mostrar", adelantó la chica, que tiene como sueño conocer Brasil y participar del carnaval.
Curiosamente, ni Camila ni Mariana dicen cuidarse en las comidas o hacer muchas horas de gimnasia. Apenas reconocieron que salen a andar en bicicleta o a correr de vez en cuando. También aseguraron que son bastantes reservadas con sus salidas, aunque Jofré sostuvo que aprovecha los fines de semana para juntarse con amigas en algún boliche o en una casa. Otra coincidencia es que ninguna tiene novio. "Es muy difícil seguirnos el ritmo", dijo Partenza.
El plano de las diferencias, las dos reinas anotan gustos e interés por el fútbol. Mientras Mariana asegura que le da poca importancia y no tiene ni idea del presente futbolístico de Boca; a Camila le gusta tanto que hasta llegó a jugarlo y sufre por tantos empates de River.