Santos Fabier Cortez optó por declarar ayer ante el juez Correccional Marcelo Bustamante Marone para explicar su vinculación con la cinematográfica fuga de Jonathan Lucas Vogel de la cárcel de San Luis. Acusado de encubrimiento, el verdulero de 45 años que el miércoles recibió en su casa la cómoda en la que el interno salió escondido de la Penitenciaría dijo que él no sabía que dentro del mueble había un polizón. Pero su relato fue confuso en varios puntos y habría incurrido en contradicciones por las que se puede presumir que en realidad sabía a lo que se prestaba.
La indagatoria de Fabier Cortez fue extensa. Dijo, en resumen, que ese día, a eso de las diez y media de la mañana, lo llamó un pariente al celular y le pidió que recibiera en su casa un mueble. Le dijo que pagara el flete de 200 pesos y que hiciera descargar el envío en la vereda de su vivienda de la calle Rawson 28 norte, porque él iba a pasar en seguida a buscarlo y a restituirle el dinero.
El sospechoso buscó a unos vecinos para que lo ayudaran a bajar la cómoda. Cuando el fletero llegó en una vieja camioneta Chevrolet C 10, el verdulero y los changarines solidarios que había conseguido ya estaban esperando. Descargaron el mueble frente a su casa y los otros se fueron.
Acto seguido, dijo Fabier Cortez, él se fue al fondo a buscar una cinta métrica. La camioneta en la que carga la verdura para ir a venderla en la calle tiene unas chapas rotas y él quería medir para saber de qué dimensiones eran las que tenía que comprar para repararla.
En eso, asegura, escuchó un golpe en la parte delantera de su casa. Y vio a un desconocido con una bolsa de nylon roja en una mano. Era Vogel, que acababa de salir de la cómoda luego de reventar de una patada el costado derecho del mueble.
“Vos no hablés, porque sé dónde vivís, voy a matar a tu familia”. Algo así dice el verdulero que le dijo el sujeto, cuando ya se iba.
El juez Bustamante Marone y el fiscal le hicieron muchas preguntas. Fabier Cortez dio más detalles en los que habrían quedado patentes sus contradicciones, contó una fuente de la investigación, que no quiso revelarlas porque a partir de esos datos surgirán más pruebas.
En determinado momento del ya largo interrogatorio, el abogado del detenido, Rodolfo Mercau, dio por terminada la declaración y le pidió al juez que le otorgara la prórroga de la detención, por ocho días, para buscar pruebas a favor del imputado.
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