Maltrato a mujeres: hay un aumento del 20% en denuncias

Las secretarías de los Juzgados de Familia son el embudo donde decantan las denuncias de episodios violentos, algunos más espeluznantes que otros, contra mujeres que llegan desde la Comisaría del Menor, de los demás destacamentos barriales y unas pocas del Centro de Atención a la Víctima (CAVD). En los últimos seis meses de 2014, la oficina del Juzgado Nº 1 recibió 68 nuevas denuncias, aparte de las que ya cuentan con un expediente armado, que representan un incremento del 20 por ciento más respecto del primer semestre del año pasado. Esas agresiones tienen una frecuencia mensual y son del tipo verbal y físicas, mayoritariamente. 
En los registros de la oficina perciben aquellos episodios ocurridos en el ámbito familiar. El 50 por ciento sucede entre concubinos, un 20 por ciento entre los cónyuges y detrás se ubican las ex parejas como maltratadores. “Hay un aumento del 20 por ciento sin tener en cuenta las causas viejas ni las que llegan a los Juzgados de Instrucción Penal. Vemos que siguen las agresiones en parejas jóvenes y que hay pocas personas mayores de 50 años dentro de las denunciantes. Aunque no está presente en la mayoría, el alcohol es un factor común en los expedientes”, agregó Diego Nievas, a cargo de la Secretaría.
El área discrimina diferente información de cada caso en particular -además de la edad, la relación que une a los protagonistas y si tienen hijos entre ellos- tales como la frecuencia de episodios, la condición laboral y el tipo de violencia que ejercen sobre las mujeres. De acuerdo a los registros, las denuncias comparten la agresión física y verbal, aunque al diferenciarlas hay 59 referidas al primer tipo de violencia y en 65 aparece el segundo ingrediente.
“La violencia física viene, generalmente, acompañada del maltrato verbal. Denuncian golpes o algo que la sacó y que no está dispuesta a soportar. Cuando son insultos hacemos un apercibimiento de cese de agresiones y dejamos el antecedente por si incurren”, aseguró Nievas. Las acciones inmediatas ante un episodio violento que determina el Juzgado son la prohibición a que el agresor pise el hogar y, en otros casos, la exclusión del denunciado con el reintegro de la víctima a su casa porque  pudo haberse ido a otro domicilio después del episodio. Algunas acciones han sido tramitadas el mismo día de la acusación. 
Un poco menos de la mitad (suman 31) son amas de casa, mujeres que trabajan sin una remunera​

ción; y otras 20 cuentan con un empleo o reciben el salario de jubilación o pensión. "Quizá se quiere estigmatizar que sucede en los lugares más pobres, pero no, la mayoría de la gente es trabajadora. Hay problemas que son comunes a todas las clases”, consideró el secretario.
La mayoría de los casos muestra que la frecuencia del maltrato es mensual, aunque también son reiterados a diario y semanalmente. En referencia los lugares urbanos o rurales, Nievas comentó que también recibieron episodios de localidades como Unión, Nueva Galia y Justo Daract. 

La denuncia
Los destacamentos policiales derivan las denuncias de esta índole a la Comisaría del Menor que tiene 24 horas para derivarlos al Juzgado de Familia. Una vez en el Juzgado, Nievas es quien lee cada sumario y luego lo remite al juez para que tome conocimiento del caso y dicte sentencia. “Escuchamos el relato en una minientrevista para direccionar correctamente la denuncia, le preguntamos si ha hecho otra antes y dónde la hizo. Luego, la analizamos, vemos los elementos de prueba y si vienen acompañadas con protocolos médicos que constatan la lesión o informes sociales (que ejecuta el destacamento policial). Unas pocas llegan del Policlínico Regional”, dijo. 
El funcionario judicial destacó que no hay un período establecido para denunciar, sino que la víctima puede acudir cuando lo cree necesario. “Hay confusión con que necesitás tiempo para venir pero nosotros no le damos tiempo a nadie, eso lo maneja cada uno. Aunque  si pasa un largo lapso, menos veracidad tiene”, reveló.