Villa Mercedes: su marido la golpeó y ella le cortó la frente con un cuchillo

Cecilia no quiere hablar sobre lo que vivió hace apenas unas cinco horas. No hace falta tampoco. Su cachete derecho y ese costado de su labio superior, la mitad de uno de sus dientes delanteros que ya no están y seguramente la frente suturada de su ex pareja y padre de sus cuatro hijos dicen lo que ella no quiere revivir con palabras. Las heridas de ella y de él cuentan, como repiten sus vecinos y reconoce la mujer de 28 años, que el hombre  la golpeó de manera intermitente por más de dos horas y que ella, cansada de soportar palizas similares los últimos años, tomó un cuchillo y frenó a Ángel con un tajo en la frente. 
"Él está bien. Está en la casa de sus padres. No se hizo mucho. Fue un corte y, por lo que tengo entendido, le hicieron cuatro o cincos puntos", comentó ella cuando El Diario la fue a ver a su casa del barrio  Güemes de Villa Mercedes. 
Aclaró que aunque la Policía le ha prohibido al hombre de 30 años acercarse, ella comprende que lo que pasó entre ellos es un problema de pareja, y los chicos no tienen nada que ver con eso. Por eso, "él, hace un rato, me pidió a los chicos y yo dejé que se los llevara", comentó la mujer mientras se encaminaba a la humilde piecita en la que vive, a recostarse otra vez y tratar, con el sueño, de olvidar lo que pasó en el alba. 
Lo que ella no quiso contarle al periodista lo relataron unas vecinas suyas, que vieron casi todo lo que sucedió con su marido. Todo empezó en calle Ramón Valdez casi Brasil, en la casa de Marcelo, un joven que vive al frente de lo de Cecilia. En una juntada de amigos que evolucionó, casi de la nada, a una fiesta con música y tragos. 
La mujer estaba en esa fiesta con su nena más grande, de 13 años. Mientras, Ángel disfrutaba en el domicilio del frente de una reunión aparte, también con vino de por medio, con un sobrino. 
"Empezamos a bailar unos con otros y ella se pudo a bailar con Maxi, un chico del barrio", narró una vecina. La diversión se acabó  cuando "El Chiqui", como le dicen, entró a buscar a su hija y vio que su esposa bailaba con otro. "Le picaron los celos. No sé por qué, si el otro (Maximiliano) es un niño, tiene dieciocho", contó la chica. 
Cegado por la bronca, Ángel le dio una trompada al joven, otra a su señora, la amenazó con que ya no iba a ver más a sus hijos y se la llevó a su casa. "Nosotros no nos quisimos meter, pero en el camino veíamos que le iba pegando", reconoció. Pasaban de las seis. 
Faltaban apenas unos minutos para las nueve, cuando Cecilia se acercó a lo de esa vecina. Estaba desesperada. Y su chomba, bañada en sangre. "Me dijo que el marido la había golpeado y que ella se había defendido. Tenía miedo de que fuera algo grave y se pensaba que la iban a llevar presa", explicó. Cuando le confesó eso, la otra mujer casi que la felicitó por lo que había hecho. "Muy bien, muy bien. Ya era hora", le dijo. Es que, de los 14 años que tienen de pareja, todos saben que los últimos ocho han sido una pesadilla para Cecilia.