Proponen reemplazar por motos los carros tirados por caballos

Mientras que en la ciudad las obras modernizan el centro y los barrios aledaños, y se proyecta una ciudad “inteligente”, es común cruzar caballos que tiran carros cargados de escombros, ramas o incluso arena. Ante ese panorama cotidiano, ingresó esta semana un proyecto al Concejo Deliberante que pone sobre el centro de la discusión este modo de transporte y que propone un programa gradual de reemplazo de los vehículos de tracción a sangre.

Las estadísticas dicen que existen más de 200, en su mayoría utilizados por familias de bajos recursos como medio de vida y que es una actividad que permite el sustento de decenas de familias humildes, pero que también roza temas sensibles como el maltrato animal, la seguridad vial y la salubridad. 

El concejal Pablo Zamora, de Mercedinos por el Cambio, refiere a la posibilidad de instrumentar un plan apoyado por el Municipio para permitir el canje de estos antiguos vehículos por motos de carga. “Es una opción para la actividad, no para erradicarla, sino para mejorar incluso las condiciones de esas familias que subsisten con los carros. Podría pensarse en algún tipo de programa social, similar al de las viviendas, para que los beneficiarios puedan abonar una cuota que les sea muy accesible, y que les permite progresar”.

El edil insistió en que su proyecto está abierto a otras sugerencias, a otras alternativas de sus pares, pero que es necesario rever este tema. “Las ciudades modernas no están preparadas para estos carros, han evolucionado, también tenemos que dar un salto cualitativo en ese aspecto de erradicar ciertas prácticas que han caído en desuso, y que permitirían una notable mejora para quienes se dedican a esto y para toda la ciudadanía”, expresó el autor del proyecto.

Actualmente la ordenanza 72/2006, establece en su artículo 51 que los equinos no pueden circular por la ciudad entre las 8 y las 13 y las 16 y las 20. El proyecto actual pretende que este tipo de vehículos desaparezcan del microcentro en 6 meses y de toda la ciudad en un año.

Uno de los concejales que ha trabajado este tema, que ha mantenido reuniones con los responsables de los carritos en diferentes momentos expresó la magnitud de una actividad que cumple un rol social muy importante y que le permite la subsistencia a muchas personas. 

“Son más de 200 trabajando en la ciudad, y por cada carro hay un promedio de 5 personas que subsisten gracias a él. Especialmente estas familias viven en los barrios Güemes, San José, San Antonio y kilómetro 2 y 4; también hay algunos en Remedios de Escalada y Villa Celestina”, explicó el concejal Jorge Rosales del bloque del Partido Justicialista. 

El edil que preside la comisión de Acción Social, Cultura y Educación expresó que es difícil también cambiar las costumbres de esas familias. “Ellos mismos tienen una resistencia a cambiar, a dejar sus caballos. Todos queremos cambiar este sistema, pero tenemos que hacerlo con seriedad y responsabilidad. Tampoco hay un presupuesto que de golpe pueda soportar la adquisición de 200 motos de este tipo, yo entiendo que esto podría lograrse de alguna forma pero en tres años”, comentó Rosales.

Las personas que se dedican a la actividad, conocidos como "carreros", también están de acuerdo en un cambio, pero con recaudos.

Manolo Gatica, tiene 47 años, y durante toda su vida pudo alimentar a sus 13 hijos gracias a las “changas” y viajes que hizo con su carrito tirado por un caballo. “Día por medio gracias a ese animalito podemos ir hasta la carnicería y comprar nuestro alimento, es una gran cosa para mí, siempre lo fue. Ojalá pudiera conseguirse algo mejor, sería bueno una moto, pero tiene que ser algo realmente muy útil para nosotros y que sea accesible”, expresó.