La falta de aceite de girasol en las góndolas es cada vez más notoria. Los clientes no encuentran variedad de marcas y tampoco pueden llevar más de dos envases. En algunas sucursales sólo pueden acceder a uno. Los carteles que limitan la venta están presentes en todas las estanterías. El problema, según los encargados de dos cadenas, tiene que ver con la cantidad de lotes que reparten los centros de distribución del producto. Con las huelgas de los trabajadores aceiteros, las empresas que venden a los supermercados no reciben mercadería suficiente para abastecerlos.
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