Quejas por demoras de dos horas en el Registro del Automotor

No cabía ni un alfiler ayer en la oficina del Registro de la Propiedad Automotor N° 3. Pocos minutos antes del mediodía más de treinta personas esperaban que llegara su turno y varios aseguraron que llevaban más de dos horas aguardando a que la única empleada que atendía al público gritara su número. Quienes se acercaron a la delegación, ubicada en Belgrano entre Mitre y Chacabuco, se quejaron de la demora y la falta de personal. E incluso algunos, que ya realizaron trámites en la dependencia, dijeron que no era la primera vez que perdían toda una mañana en esa seccional o en las otras dos que también se encuentran en la capital. 
“El ‘ya no más’ lo vienen diciendo desde las 8”, protestó Néstor, cuando la joven que recibía los papeles en el mostrador, le confirmó a otro hombre que en pocos minutos podría abonar la gestión del trámite y salir de la oficina, mientras él todavía no lograba terminar con el papelerío. Pero no fue el único que se enojó por el tiempo que perdió dentro de la sucursal. Esteban arribó al registro cerca de las 9 para retirar un informe sobre su vehículo y tres horas después ya lo había conseguido, aunque no podía irse porque debía esperar a que lo llamaran de la caja para pagar el documento. 
Otro que esperó más de una hora sólo para entregar el dinero fue Raúl, quien comentó que esa parte debería funcionar más rápido, ya que la gente no tiene que hacer consultas ni completar ningún formulario. Pero reconoció que la caja procesa todos los trámites juntos y eso genera las demoras. Y es que en el registro hay una empleada que atiende a los "mandatarios", es decir a quienes cobran por efectuar gestiones a otras personas, y otra que recibe a los particulares. Aunque a la hora de abonar los aranceles de cada documento, los gestores y los que solicitan papeles de sus autos esperan en la misma fila.
Para Daniela, la causa de la demora es que hay un solo trabajador que acapara los pedidos de todo el público general. “Es muy tedioso. Hay gente que no hace la transferencia de su vehículo porque no quiere venir”, contó. La falta de personal también fue la razón que encontró Martín para intentar explicar por qué pasó más de dos horas adentro de la dependencia. Y destacó que ya le había ocurrido lo mismo diez días antes, cuando inició el trámite para cambiar la titularidad de su coche. 
“El año pasado hice una transferencia, pero me tocó en el registro de San Martín y Tomás Jofré y fue bastante lerdo”, afirmó Martín, sobre el registro N° 1, mientras que Luis comentó que en el N° 2, situado en la Lavalle, también debió esperar más de una hora. Los tres se distribuyen a los titulares de vehículos de distintas localidades del interior provincial y parte de la ciudad de San Luis. En la de calle Belgrano, que fue la que recorrió ayer El Diario, tienen que hacer trámites quienes tienen domicilio en los  departamentos Pringles, Belgrano y parte de Pueyrredón. De la capital, esa seccional sólo atiende el sector que se extiende de Aristóbulo del Valle hasta el Norte, de Justo Daract a Centenario y de esa avenida hasta que termina el ejido municipal.
Si bien el encargado del registro N° 3, Omar Bazán, le dijo a este matutino que no estaba autorizado a responder sin la aprobación de la dirección nacional, rescató que "hacen lo que pueden" y que cuentan con libro de quejas y también con uno de notas para los agradecimientos. 
No todos los reclamos van dirigidas a la cantidad de empleados. Elizabeth detalló que no hay una mesa de informes, por lo que debió perder más de una hora sólo para realizar una consulta. Y Luis resaltó que hay personas que llegan temprano, sacan varios números y después se los dan a algún conocido que va dos horas después y casi no espera. Además, hay sólo seis sillas contra una de las paredes, por lo que el resto de la gente debe aguardar su turno de pie y apretada, porque el sector de atención al público no ocupa más de cinco metros cuadrados.
“Yo vine con todos los formularios llenos. Pero otros traen todas las fichas vacías para que les expliquen cómo completarlos y eso provoca demoras”, dijo Joaquín, que trabaja como gestor y visita seguido la dependencia con distintos pedidos. Pero reconoció que sólo en julio y diciembre hay tanto movimiento en la sede de la Belgrano, ya que es la época en la que más autos se compran.