Keisy Perafán, una judoca de alto vuelo

"La libertad de poder volar a donde quieras sin prisa y sin miedos”, dice la canción de Abel Pintos llamada “Sueño dorado”. Quizá sea una buena manera de describir lo que le pasa a Keisy Perafán en su actual momento deportivo. Consigue éxitos a nivel internacional representando al país. Pero no se conforma, entonces quiere volar aún más alto y lejos. Por eso sueña con el Mundial en Abu Dabhi (Emiratos Árabes Unidos) y también con ser olímpica algún día. Por lo pronto, ya arrancó el largo, duro y difícil camino que significa llegar a eso. 
Lucha, aprende y no para de crecer. Con sólo 19 años, Keisy es integrante de la Selección Argentina y está transitando un 2015 inolvidable. Con el equipo nacional hizo una gira por Europa en donde compitió y se capacitó en Grecia e Italia. Luego llegó el viaje a la meca del judo: Japón; y hace unos días estuvo en Centroamérica, más precisamente en Costa Rica. Allí fue parte del Campeonato Panamericano Junior de Judo. Y no fue a ver qué ocurría sino que compitió y logró el título en categoría hasta 48 kg tras ganar todos los combates que afrontó.
 Eso sí, una chica de esa edad debe dejar muchas cosas de lado para dedicarse al deporte de alto rendimiento. Los continuos viajes le quitan momentos con la familia y los amigos, y momentáneamente debió descuidar la carrera de kinesiología que había iniciado. De todas maneras, sabe que los esfuerzos y sacrificios tienen su recompensa. 

—¿Cómo fue el proceso de este nuevo éxito?
—Los días previos fueron tremendos, como en todo torneo internacional en el que representás al país. Sencillamente porque tenía que esperar la citación de las entrenadoras para saber si viajaba o no. Me llamaron y conseguí el título. Junto al equipo llegamos a San José de Costa Rica unos días antes para aclimatarnos, entrenar y dar los pesos de cada categoría. Éramos cinco chicas: dos cadetes y tres junior. Conseguimos un campeonato, el mío; dos subcampeonatos y dos terceros puestos.

—Contanos el paso a paso de tu participación.
—En mi categoría éramos cinco competidoras, por lo que luchamos todas contra todas. Y gané los cuatro combates, tres por ippon y una por puntos. La primera y segunda con ippon de palanca, a Camila Merceller, compañera del equipo argentino y a la colombiana María Lugo. La tercera pelea fue con la ecuatoriana Pierina Castro y la superé con waza-ari, y la última fue ippon con estrangulación ante la venezolana Jailys Oropeza. Son las número uno de cada país en categoría Junior así que el nivel fue muy alto.

—Los viajes que hiciste este año para perfeccionarte, ¿te cambiaron? 
—Los tres viajes (Europa, Japón y Costa Rica) me hicieron crecer muchísimo, desde lo personal por las experiencias que viví y ni hablar desde lo deportivo. En el verano yo tenía una manera de pelear totalmente diferente y ahora cambié un montón.

—¿En qué? 
—Creo que hubo dos momentos claves. Las tres semanas en Buenos Aires previo al viaje a Japón en donde entrené con las judocas seniors (las mayores) del seleccionado argentino: Paula Pareto, Melisa Rodríguez, Oritia González, entre otras. Ellas me ayudaron muchísimo corrigiendo desplazamientos y técnicas. Después, cuando viajé a Japón a esas correcciones las perfeccioné aún más. Hay un lance particular en el que siempre caía porque me desplazaba mal. Lo corregí y ahora ya no me tiran. Además, cuando uno lucha tanto en este nivel comienza a adquirir más reflejos.

—Primero te evaluaron, luego llegaron las citaciones pero, ¿cuándo te sentiste realmente parte del seleccionado argentino?
—Cuando viajé a Europa, en abril de este año. Que los entrenadores me hayan llevado es porque había hecho méritos para eso. Ahora, quiero ir al Mundial (23 al 27 de octubre en Abu Dabhi), pero tengo que esperar a que el cuerpo técnico me convoque. 

—¿Te imaginás compitiendo en un Mundial? 
—Es uno de mis sueños, sería fantástico. Estoy tranquila porque hasta ahora hice todo lo posible para estar.

—Y en cuanto a Juegos Panamericanos y Olímpicos, ¿te lo has propuesto?
—Los entrenadores siempre nos dicen que nos están formando para los Juegos 2020 en Tokio. Digamos que somos el futuro. Y sin dudas, yo sueño con estar en los Juegos Olímpicos. Y el hecho de verla a las chicas senior luchar en esa clase de torneos, te inspira muchísimo a seguir entrenando día a día para también cumplir ese sueño.