El que será el cuarto disco de "La Cautana" está en proceso de grabación. Con los integrantes yendo y viniendo de San Luis a la Casa de la Música de Villa Mercedes, el plan es que el nuevo álbum remarque definitivamente el rumbo del sexteto.
Por estos días Nazareno Bizzotto, el cantante, graba las voces mientras sus compañeros se dedican a la instrumentación. Ya tiene cuatro de las doce canciones que tendrá el álbum, sin nombre por ahora.
"Si no llegamos antes de fin de año, seguramente lo vamos a dejar para el año que viene porque tenemos mucho trabajo en los festivales del verano", adelantó Martín Giménez, el guitarrista y compositor de la banda.
Por ahora, los integrantes reconocen que será difícil lanzar el disco antes de que termine el 2015, sobre todo porque faltan todos los trabajos de posproducción. El arte de tapa lo está terminando Miriam Pazos, una artista de Merlo.
El objetivo que se puso el grupo para el sucesor del exitoso "La otra mitad" -también grabado en la Casa de la Música- es renovar las viejas canciones de danzas populares. En ese punto, la decisión de grabar un Palito y un Pollito (dos ritmos bailables no muy difundidos) es una demostración del riesgo que los muchachos están dispuestos a tomar.
Además, el trabajo discográfico tendrá una recopilación de Leo Dan con estilo folclórico, más la selección de chacareras, zambas y, por supuesto, las cuecas y las tonadas.
"Nuestra cabeza está puesta en que salga el disco. Y que salga bien", dijo Giménez, quien aportó sus composiciones, al igual que el guitarrista Rodolfo Santa María y el bajista Luis Domínguez. Al grupo lo completan el guitarrista Diego Arrieta y el baterista Juan Carlos Pellegrini.
En el disco no habrá temas firmados por Nazareno, quien, según le dijo a ETC. por esta vez prefirió mantenerse al margen de las decisiones estéticas y musicales de sus compañeros. "Le estoy poniendo toda la pila a cantar", aseguró Bizzotto.
Contento con el trabajo, el frontman de "La Cautana" describió el disco como la posibilidad de que sus compañeros se luzcan, más que él. "Es un trabajo en donde la proyección está puesta en los músicos, hasta ahora era del cantante", señaló.
Por motivos administrativos en el estudio villamercedino, la grabación comenzó con casi un año de demora, pero los integrantes de la banda no tuvieron mayores problemas en esperar. "El equipo humano que hay en ese lugar es increíble. Estamos muy agradecidos", dijo Nazareno.
Para aprovechar la estadía en Villa Mercedes, la banda tocó en una peña el sábado y espera repetir la experiencia el viernes en el casino Golden Palace. El sábado estarán en una parrillada mercedina. "Yo le digo a los muchachos que tenemos que empezar a apuntar a los bailarines. Son ellos los que nos van a hacer conocidos los temas", sostuvo Bizzotto, quien antes de ser cantante se dedicó al baile folclórico.
En efecto, el resto de la banda coincidió con el cantante, aunque quedaron algunos puntos por resolver. "Mi estilo se dirige más hacia la canción. Tenemos algunos gustos personales distintos, pero yo me adapto a la decisión de la mayoría", dijo el cantante quien, a la vez que anunció algunos otros proyectos que tiene, descartó su salida de la banda.
Más allá de algunos problemas personales e internos, Bizzotto comparó al grupo con un matrimonio. "Llevamos diez años trabajando juntos y los problemas surgen, pero hay que solucionarlos", aseveró, con un detalle: hoy, Bizzotto está recién separado de su mujer. "Yo elegí el camino de la música y acepté sus riegos. Por supuesto que a veces en vez de salir de gira, preferiría quedarme a ver una película con mi hijo, pero tengo el compromiso de ir a tocar".
En ese punto, Giménez está esperando los llamados para participar en festivales fuera de la provincia durante el verano. "Cosquín siempre es una puerta que está abierta", se entusiasmó el guitarrista.


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