El golpe de efecto definitivo llegó en la mitad del recital. Los dos cantantes de Bersuit –Daniel Suárez y El Cóndor Sbarti- cantaron boca a boca su versión respetuosa de “Calle Angosta”, con la guitarra irreverente de Alberto “Tito” Verenzuela. Con ese acto, la banda terminó de meterse en un público que los había aplaudido desde el primer tema.
No fueron los únicos que homenajearon a la cueca que le dio nombre, cuerpo y alma a todo el predio donde se realizó el “Calle Angosta rock”, el festival que anoche dio su última distorsión. El tema con el que se despidió “Ave negra”, la banda previa a “Bersuit” en la grilla, también fue la obra de Alfonso y Zavala, aunque en una versión más lisérgica.
Los mercedinos aprovecharon la buena ubicación en la cartelera para dejar sus canciones bien preparadas y presentar una formación que tuvo a dos coristas en plan country, aunque hace rato que la banda tomó distancia de ese género para adentrarse más al rock. La potente voz de Rodolfo Páez y sobre todo su actitud coronaron una actuación a la medida del escenario.
El acortamiento de la grilla por la ausencia de dos bandas –que finalmente se presentaron anoche- fue beneficiosa para la jornada ya que todos los grupos tocaron ante una considerable cantidad de público que durante toda la noche se mostró encendido. “Loud minority” y “Pulsar” con su homenaje a Soda Stereo abrieron la jornada con buenas perspectivas.
Cuando ya el anfiteatro tomó el color definitivo, “Inmortality evolution” fue pura prolijidad y, sobre todo, emoción por parte de los integrantes. “Para nosotros estar en este festival es increíble, ojalá podamos seguir tocando”, dijeron los muchachos cuando se bajaron del escenario.
Los representantes de la capital en el festival mercedino fueron “Nafta de avión”, quienes aprovecharon el viaje para cruzarse a Río Cuarto, donde se presentaron anoche.
La segunda jornada también marcó la consolidación de “Alissiafranka” como una de las bandas más estables del rico ambiente villamercedino. Con los mismos años de carrera que grupos insignias como “Kameleba” o “Daltónicos” –que fueron números centrales del festival-, la banda se acomodó en el horario central pero, aferrados a un género que no piensan abandonar, tienen una ardua lucha por conseguir más público.
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