El papa Francisco aprobó, este viernes, la canonización del cura José Gabriel Brochero. Será el primer santo nacido y muerto en la Argentina.
Primero una junta de obispos y cardenales aprobó el segundo milagro atribuido al cura Brochero y después Francisco puso la firma para que el beato argentino sea canonizado.
El sumo pontífice autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos a publicar el decreto que aprueba el segundo milagro atribuido a Brochero. Se trata del caso de una nena que se recuperó de lesiones que la habían dejado al borde de la muerte.
El primer milagro certificado de Brochero fue el de Nicolás Flores, que revirtió un cuadro inicial de posible "vida vegetativa" tras un accidente. En septiembre del año pasado, una junta de siete médicos determinó que "no hay explicación científica" en el caso de la niña de San Juan, Camila Brusotti, recuperada de múltiples heridas que derivaron en un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho. De esta forma se determinó su "segundo milagro" y se dio por cumplido el primero de los cuatro pasos que se necesitan para que el cura Brochero sea declarado santo, explicaron en la Santa Sede.
José Gabriel Brochero (1840-1914) había sido declarado "venerable" por Juan Pablo II en 2004 y luego beatificado por Benedicto XVI a fines de 2012, pese a que el inicio de su causa había sido autorizado ya en 1967.
El primer santo oficializado por el Vaticano y nacido en Argentina es San Héctor Valdivielso Sáez, también conocido como San Benito de Jesús (1910-1934). Valdivielso fue llevado por sus padres a España cuando tenía cuatro años. Allí fue ejecutado durante la Revolución de Asturias, previa a la Guerra Civil Española.
El 29 de abril de 1990 lo beatificó el papa Juan Pablo II y fue canonizado el 21 de noviembre de 1999 por el mismo pontífice.
NA
Más Noticias