Por donde pasa la vida

"Me interesa Spotify"

Susana Almela, 68 años, baby boomer

Susana trabajó muchos años como enóloga en un laboratorio y cuando nacieron sus hijos abandonó porque priorizó estar con los chicos y educarlos. "En ese momento era una elección, o tenías una niñera o cuidabas los hijos", dijo la mujer que empezó a trabajar a los 13 años. Ahora, Susana es jubilada y se dedica a ser abuela.

“Me parece que esta generación prioriza mucho el consumo y dejan mucho tiempo a los niños solos o en guarderías. No estoy de acuerdo, pero el tiempo dirá qué es mejor”, desafió.

Sobre el manejo de su dinero, Susana manifestó que “vivo el día a día". Como no ahorra y tiene PAMI está resignada a que si se enferma, irá al hospital público. "Para eso pago los impuestos".

Prefiere utilizarlo en viajar compartirlo con sus hijos y nietos.

Con respecto a la tecnología, aseguró que tienen un manejo normal de la computadora, sin embargo no le interesa mucho. “Me desespera el celular en las reuniones. Tengo un teléfono para mandar WhatsApp, uso Facebook, y mando fotos, pero lo normal, no me vuelvo loca sino tengo señal, salvo por el Spotify porque escucho música de ahí, es lo único que me interesa”, dijo y se reconoció fan del Candy Crush y el "Preguntados". "Me hace mal a la vista estar tanto tiempo frente a la pantalla”, explicó.

En la tele, ve programas políticos y de entretenimientos, aunque no tiene un preferido. Expresó que siempre prefiere el contacto físico con sus seres queridos, pero como están cada uno en sus cosas y a veces le es difícil encontrarse con ellos. “Antes que mandar un mensaje de texto, prefiero llamarlos", dijo y se mostró práctica con el WhatsApp, dijo que "lo uso para mensajes cortos, no para filosofar sobre la vida”.

"Perder señal me desespera"

Diego Marrero, 48 años, generación X

“Yo tuve los teléfonos grises de ENTel a disco y pasé a los a botón. Y de celular tenía el Motorola Tango, la batería te duraba semanas porque sólo lo usabas para llamar por teléfono y si era urgente”, recordó nostálgico Diego Marrero, un empleado de la administración pública nacional de 48 años que hace 26  permanece en su puesto.

"Soy responsable del área más grande de la oficina, no sólo de mucha gente, sino también de muchas prestaciones por mucha plata. Mentalmente le dedico toda mi atención y responsabilidad a eso" dijo quien consideró que su trabajo no exige que le dé más cantidad de tiempo que el normal. "Pero si tengo que quedarme fuera de horario, obviamente lo hago. Es una cuestión de responsabilidad”, afirmó Diego.

Sobre sus finanzas dijo que “por una cuestión de economía en el país prefiero comprar lo que quiera y en cuotas, disfruto más gastando en bienes materiales y ahorrar en eso en vez de guardar el dinero”.

Su relación con la tecnología es muy estrecha. “Uso mucho internet, mucha redes sociales, celular, mucha Play Station, me llevo bastante bien con la tecnología. En general me molesta no tener señal, antes no teníamos celular, y no había problema pero ahora nos generaron la necesidad de estar conectados todo el tiempo y cuando no hay señal  es desesperante”, expresó.

Diego ve en televisión documentales por cable o series. "Contrato Netflix y veo todas las temporadas juntas, me desespera esperar y los comerciales”, contó.

Sobre su preferencia a la hora de comunicarse aseguró que elige hablar por teléfono antes que mandar mensajes, pero si tiene la oportunidad de reunirse con un amigo, lo que prefiere.

"Todo el día conectada"

Luciana Moyano, 26 años, generación Y 

Fotógrafa y dueña de un espacio que es un "co-work" para trabajar independientemente, Luciana Moyano se dio cuenta con su experiencia que "no soporto trabajar en una estructura tradicional, piramidal, no me gusta la burocracia empresarial".

Su razonamiento, entonces, fue simple:  "Sí, no soporto que me den órdenes ni este tipo de organización, prefiero trabajar sola”, sostuvo.

A Luciana le gusta manejarse sola con sus horarios, trata de automotivarse o retarse y revisar constantemente lo que hace. "Por ahí también soy un poquito obsesiva con los proyectos personales o con las cosas que me gusta hacer”.

“Con la plata soy bastante desordenada. Yo trabajo para disfrutarla, por ahí la tengo en el bolsillo y si me invitan a comer, voy y la gasto, no me preocupo tanto, prefiero hacer eso que pensar en algo trágico que pueda pasar en el futuro”, dijo.

Con respecto a la tecnología y el uso de internet afirmó que es uno de los pilares básicos de todo su mundo comunicacional. "No tengo una formación académica, empecé a estudiar en la facultad, pero me resultó muy lento, y el tema de internet es una base para capacitarte de manera autodidacta. Es como el oxígeno, no podés no tenerlo ni estar al tanto de todo lo que te ofrece, todo está ahí".

Luciana entra a Youtube para ver tutoriales y aprovecha tanto para capacitarse como para vender sus productos. "Hay un montón de redes que si las sabés manejar, de manera gratuita te sirven muchísimo para llevar adelante tus proyectos y darlos a conocer", dijo la joven que maximiza los recursos de videos o canciones para subir en la web. "Yo trabajo con internet y estoy conectada desde las 9 hasta que me duermo. A veces te satura pero si lo sabés administrar es muy útil”.

"Uso todas las redes"

Dana Calderón, 17 años, generación Z

Dana está cursando el último año del secundario y debe decidirse entre dos carreras para el año que viene: licenciatura en Obstetricia o Enfermería. “Soy muy responsable, porque cuando tengo que estudiar y hacer tareas lo hago, porque sino sé que me perjudico a mí”, explicó.

Con el dinero que le dan sus padres compra fotocopias y cosas para el colegio, también lo utiliza para juntadas con sus amigos y salidas.

En cuanto al uso de la tecnología dijo ser muy adicta a las redes sociales: “Las uso todas, Snapchat, Facebook, Instagram, Twitter. Me comunico a través de WhatsApp y del resto también mediante mensajes directos. Estoy todo el día con el celular. La compu la uso para buscar información para la escuela. Veo mucho Youtube, pero para escuchar música y ver videos".

Dana asegura que no usa el teléfono para hacer llamadas y que no mira televisión, aunque sí Netflix.